Stadio Renato Dall’Ara – descripción del proyecto

La tan esperada reconstrucción del Stadio Renato Dall'Ara cambiará por completo la apariencia del estadio, respetando al mismo tiempo su parte más histórica que data de 1927. Para lograr esto, se desmantelarían las secciones superiores (construidas para la Copa del Mundo de 1990), revelando las arcadas de ladrillo actualmente ocultas detrás de una estructura de acero. La albañilería sería completamente renovada, y en el interior del estadio se planea una verdadera revolución.

Todas las gradas existentes serían demolidas, con la excepción de la estructura principal de la grada oeste, ya que alberga la mayoría de las instalaciones deportivas necesarias. Se construiría un nuevo auditorio como un esqueleto de acero, y incluso en la grada oeste, el cambio para los fanáticos sería masivo. Actualmente, la grada principal está a 18 metros del campo, mientras que en el nuevo estadio se movería a solo 7,5 metros. Esta misma distancia se aplicaría a todos los demás lados del auditorio. En comparación, en la actualidad, la primera fila detrás de cada portería está a una enorme distancia de 43,5 metros del campo.

Las gradas no solo se acercarían al campo, sino que también se reducirían en tamaño. Actualmente, con las partes superiores selladas, la capacidad es de 31 000 espectadores. En el nuevo estadio sería un poco menos de 27 000 espectadores. Este número incluye 240 asientos en 22 palcos (de 6 a 42 por palco), 108 asientos de prensa y un recinto para 1345 personas visitantes. Además, se distribuirían 62 lugares para usuarios de sillas de ruedas en las cuatro gradas.

El espacio recién organizado permitiría a los fanáticos ingresar a través de 28 puertas y tomar sus asientos en un recorrido de 100 metros. Saldrían por las mismas puertas, lo que facilita la evacuación, supuestamente posible en solo 5 minutos.

El auditorio compacto significa que se crea mucho espacio entre el campo y las históricas paredes exteriores. Más de 19 200 m2 están disponibles para instalaciones de día de partido y otros 1160 m2 serían ocupados por el museo del Bologna FC. Debido a la diferencia entre las disposiciones ovaladas y rectangulares, habría hasta 6000 m2 disponibles para uso recreativo/comercial fuera de los días de partido detrás de cada portería, para ser utilizados incluso durante los juegos.

En el nuevo diseño, todos los asientos estarían cubiertos. El techo tendría una estructura única con la mayor parte de su peso basada en las esquinas. De esta manera, es posible minimizar la estructura sobre la grada este, donde solo delgados cables sostendrían el revestimiento transparente de policarbonato, revelando la famosa torre del estadio a los espectadores en el interior. En general, el estadio estaría cubierto en gran parte con aluminio, en línea con el techo existente del natatorio cercano, mientras que partes de policarbonato permitirían que entrara más luz. Además, la cubierta estaría dividida en tres capas superpuestas con aberturas entre ellas. De esta manera, se asegura la ventilación natural.

La ambiciosa conexión entre lo antiguo y lo nuevo está creada por la GAU Arena, supervisada por el famoso Gino Zavanella. Su implementación costaría 100 millones de euros (inicialmente se anticiparon 70 millones) y se llevaría a cabo a través de una asociación público-privada entre la ciudad de Bolonia (40 millones de euros) y la familia Saputo, propietaria del club de fútbol. Sería el primer proyecto de estadio PPP de esta envergadura en Italia.