Estadio La Ola – descripción del proyecto

La historia de este estadio comenzó en 2011. A finales de ese año, se niveló el terreno para el futuro campo en el sur de Matamoros. Financiado de manera privada, el nuevo estadio tenía como objetivo llevar el fútbol de calidad a esta ciudad del este de México y se esperaba que abriera en 2013-2014, inicialmente.

El cronograma resultó ser optimista y los trabajos casi se detuvieron, lo que llevó a que solo una parte inferior de las gradas estuviera lista en 2014. Sorprendentemente, la estructura se puso en uso en este estado casi inimaginable en 2016, albergando tanto sesiones de entrenamiento como partidos reales en la cuarta liga. Es el hogar del equipo bastante desconocido Gavilanes.

Sin embargo, las aspiraciones son mucho mayores. A principios de 2017, el Grupo Lunel anunció que están construyendo el estadio y que su finalización llevará dos años más. Después de ese tiempo, debería permitir la entrada de hasta 36 000 personas distribuidas en dos niveles de asientos, con cobertura parcial.

Si bien la estructura de concreto es muy simple y poco atractiva, la apariencia final del estadio debería ser muy interesante. Diseñado por AM11 Arquitectos, con sede en Monterrey, el edificio recibirá revestimientos que formarán la ilusión de olas o ondulaciones que lo atraviesan.

Es quizás el motivo más obvio y aún no utilizado en México: la ola por la que los fanáticos mexicanos se hicieron famosos. Simplemente llamada "la ola", no se limitará al estadio de 20 metros de altura, sino que se extenderá por el estacionamiento y las áreas públicas circundantes, con la expectativa de albergar hasta 4000 autos en los días de partido.

En 2017, se instalaron asientos de plástico en el nivel inferior de las gradas, lo que permitió que los anfitriones comenzaran a jugar en la tercera división en el verano, registrando la asistencia más alta en la historia de la tercera división mexicana. A pesar de los anuncios, hasta ahora no ha habido reanudación de la construcción para la creación de un segundo nivel de gradas y la finalización completa del proyecto, con solo un esqueleto de concreto reforzado detrás de las gradas ya construidas.