Nuevo Campo Municipal de Fútbol de Zaragoza – descripción del proyecto

Desde principios del siglo XX se viene proyectando un nuevo estadio del Real Zaragoza que sustituya al vetusto de La Romareda. Inicialmente, la instalación iba a construirse en el barrio de Valdespartera, y más tarde se planeó edificar en el solar del actual estadio, pero ninguno de los dos proyectos llegó a materializarse.

Tras el fracaso del proyecto anterior, el 1 de febrero de 2008 el Ayuntamiento decidió construir el estadio en una nueva ubicación en el barrio sureste de San José, cerca de la estación de ferrocarril de Miraflores.

Se organizó otro concurso, que en julio de 2008 ganó un estudio dirigido por el arquitecto zaragozano Joaquín Sicilia.

La visión era muy espectacular. El estadio debía construirse como una masa redondeada, resistente a los fuertes vientos (cierzo) que soplan en la zona. La instalación se completaría con amplias instalaciones comerciales, con un patio andaluz en el centro. La fachada, iluminada por la noche, se cubriría con paneles perforados con ornamentos de estilo mudéjar.

El estadio tendría una capacidad de 43.000 espectadores, con posibilidad de ampliación con gradas móviles adicionales, hasta una capacidad de 50.000 espectadores. También se contemplaba la posibilidad de construir nuevos pisos junto a él. El coste de construcción del estadio iba a ser de 125 millones de euros. En principio, las obras debían comenzar en 2009, pero la inversión se paralizó por la crisis financiera mundial.

El proyecto también formaba parte de la candidatura de España y Portugal para albergar el Mundial de 2018, pero el 2 de diciembre de 2010, la candidatura perdió ante Rusia. Después de eso, el tema de la construcción de un nuevo estadio se silenció y acabó abandonándose.

La construcción de un nuevo estadio en Zaragoza no se llevó a cabo hasta 2024, como preparación para el Mundial de 2030.