Estadio de Futbol de Mazatlán – descripción del proyecto

El nuevo estadio en la ciudad portuaria de Mazatlán es un caso peculiar porque la ciudad no tiene un equipo de fútbol profesional. Sin embargo, las autoridades regionales de Sinaloa han decidido atraer a uno de los equipos existentes o a un inversionista para establecer un club, precisamente debido a un estadio listo para su uso. Inicialmente, se planeaba que el estadio albergara juegos de la Liga Ascenso (segunda división), pero también podría ser el hogar de un club de la Liga MX.

Un terreno rectangular de 10 hectáreas en el norte de Mazatlán fue destinado para el proyecto, a lo largo de una de las rutas de acceso cruciales entre el centro y la autopista de circunvalación. La parcela tiene solo una entrada, en su extremo sur.

Esto fue utilizado por los arquitectos del estadio, Dünn Arquitectura Ligera, para determinar la disposición final del estadio. El auditorio tiene dos niveles en todos los lados, excepto en el sur. Además, la fachada se inclina hacia abajo en el sur y se inclina justo detrás de la portería para crear una apertura acogedora, una especie de puerta. Curiosamente, la fachada de membrana se extiende por encima de las gradas para crear un techo parcial sobre algunos aficionados. En total, se utilizaron 16 000 m2 de membrana de PVDF para crear una forma exterior simple pero única.

El nivel inferior de asientos es continuo y está hundido por debajo del nivel del suelo, lo que permite a los fanáticos caminar por el interior con una vista del campo y sin escaleras innecesarias. El nivel superior está construido con concreto reforzado. En total, el estadio debería albergar a unas 25 000 personas, de las cuales más de 14 600 estarán sentadas en el nivel inferior y un poco más de 9000 en las secciones superiores. Unas 1150 personas estarán sentadas en 56 palcos.

La construcción del estadio comenzó en 2017 y originalmente estaba programada para llevar apenas 427 días. Sin embargo, el plazo de tiempo resultó ser irrealista y creció exponencialmente en 20 meses, lo que resultó en una fecha límite en mayo de 2020. Por esa razón, no se debe dar por sentada la etiqueta de precio sugerida de MXN 460 millones.