Arrowhead Stadium – descripción del estadio

El primer hogar de los Kansas City Chiefs fue el Estadio Municipal, construido en 1923. Aunque se renovó en 1955, resultó insuficiente para el equipo de la NFL, especialmente después de la fusión de la AFL y la NFL en 1970, cuando el requisito mínimo de capacidad cambió a 50 000 personas.

Se seleccionó un amplio terreno al sureste de la ciudad para albergar el nuevo estadio, junto con un complejo que incluiría otro estadio principal, el estadio de béisbol Kauffman, y un mar de estacionamientos circundantes. La construcción comenzó en 1968 y se completó a mediados de 1972, justo a tiempo para la temporada de fútbol de 1972 en Arrowhead.

El primer partido oficial jugado en Arrowhead concluyó con la victoria de los Chiefs sobre los St. Louis Cardinals por 24-14. En noviembre de ese año, se estableció un récord de asistencia cuando más de 82 000 personas presenciaron el enfrentamiento entre los Chiefs y los Oakland Raiders.

En los años siguientes, Arrowhead fue el escenario de numerosos eventos importantes, en su mayoría con los Chiefs como equipo local. El Pro Bowl de 1974 se llevó a cabo aquí, al igual que los campeonatos mundiales de bandas de marcha en 1988 y 1989. En la década de 1990, el estadio experimentó mejoras importantes, incluyendo la icónica adición de dos pantallas gigantes en forma de balones de fútbol. En 1994, se reemplazó el césped sintético por césped natural.

Una mejora fundamental llegó en 2007, con un costo aproximadamente seis veces mayor que el estadio original. La renovación mantuvo su diseño único e incluyó cambios en el cercano estadio Kauffman. Los cambios más significativos en Arrowhead fueron la incorporación de dos amplios pabellones a los lados del estadio, que brindaron nuevas instalaciones para los Chiefs, invitados y clientes de hospitalidad.

Como parte del proyecto, se erigió un monumento en honor al histórico propietario del equipo, Lamar Hunt. El lado sur del estadio se equipó con cajas adicionales y facilidades para los medios, y desde entonces el estadio ha estado junto a un salón de honor. Todo esto estuvo listo antes de la temporada de 2010.

Como se mencionó anteriormente, Arrowhead tiene un diseño único, con el segundo nivel que se asemeja a un tazón cortado en ambos extremos, proporcionando el lugar perfecto para las pantallas en forma de balón de fútbol. Hasta la fecha de este escrito, no se ha diseñado ningún otro estadio que lo iguale.

El "Mar de Rojo" ("The Sea of Red"), como algunos lo llaman, también es famoso por generar mucho ruido. Ha establecido oficialmente récords de ruido más alto en un partido. Primero, durante el enfrentamiento contra los Oakland Raiders en 2013, ingresó al Libro Guinness de los Récords con 137,5 decibeles. Luego, perdió el récord unos meses después frente al CenturyLink Field de Seattle. Finalmente, en septiembre de 2014, recuperó el dominio mundial con un sonido intenso que alcanzó los 142,2 decibeles.