Ford Field – descripción del estadio

En 1996, los Detroit Lions anunciaron su plan de construir un nuevo estadio en el centro de Detroit. El objetivo era crear un estadio permanentemente techado sin recurrir a la tecnología de soporte de aire, que ya se consideraba problemática.

El estadio, diseñado por un consorcio de reconocidas firmas de arquitectura, se integraba armoniosamente en el denso entorno urbano de edificios de mediana altura. Si no fuera por su amplio techo blanco inclinado sobre las fachadas de ladrillo, quizás pasaría desapercibido para algunos transeúntes.

La estructura, sostenida por imponentes cerchas, cuenta con 65 000 asientos, los cuales pueden ampliarse a 70 000 si es necesario. La mayoría de los asientos se encuentran distribuidos en dos niveles, pero la grada principal rompe esta disposición al albergar todas las suites corporativas en un solo nivel por encima de los asientos regulares. En su apertura, se afirmó que esta era la mejor distribución de asientos en toda la NFL.

Desde su inauguración en 2002, el estadio ha acogido no solo juegos de la NFL de los Lions, sino también diversos eventos deportivos, como lucha libre y baloncesto, llegando a su capacidad máxima de 78 000 espectadores en este último. Además, se llevan a cabo conciertos y grandes eventos de entretenimiento, convirtiendo a Ford Field en un centro de convenciones gracias a la disponibilidad de edificios circundantes para diversos usos.

Los derechos de denominación del estadio fueron adquiridos por Ford durante dos décadas. Además, cerca del estadio se pueden observar otras dos grandes compañías automotrices de Detroit: Chrysler, que cuenta con una autopista que lleva el nombre de la compañía a pocos metros al este del estadio, y GM, cuyas oficinas principales se encuentran a lo largo de la misma calle.