Nissan Stadium – descripción del estadio

La visión de construir el nuevo estadio central de Nashville estuvo estrechamente ligada a la idea de atraer a la NFL a la ciudad. En 1995, los Houston Oilers consideraron la posibilidad de mudarse y finalmente se establecieron en este lugar, completando su traslado durante el verano de 1999.

En aquel momento, el flamante estadio estaba listo, erigido en terrenos previamente industriales, justo al este del distrito comercial y junto al río Cumberland. Su disposición tradicional en el eje norte-sur brinda a algunos aficionados ubicados en la parte superior de la grada este una excelente vista del horizonte de Nashville.

La grada más baja rodea por completo el campo, mientras que las dos gradas superiores (destinadas a los aficionados de negocios y los regulares) se extienden a lo largo del terreno con los extremos abiertos. En el espacio libre se encuentran ubicadas las enormes pantallas gigantes (reemplazadas por nuevas en 2012). El acceso a las gradas superiores se realiza a través de cuatro grandes rampas ubicadas en cada esquina del estadio, aunque a partir de 2012 se incorporaron nuevos servicios, como ascensores rápidos en algunas áreas.

A lo largo de su historia, el estadio ha enfrentado algunos desafíos. En 1998, mientras aún estaba en construcción, un tornado azotó el área y derribó las grúas. Sin embargo, a pesar de este contratiempo, el estadio fue entregado puntualmente. Luego, en 2010, el estadio se inundó tras intensas lluvias, lo que requirió importantes trabajos de reparación.

Además de albergar los partidos de los Tennessee Titans, el estadio también fue diseñado pensando en el fútbol y, de hecho, ha sido utilizado por las selecciones nacionales de fútbol de Estados Unidos, tanto en las categorías femeninas como masculinas y juveniles. También se han celebrado partidos amistosos de fútbol aquí. Para recibir financiamiento estatal, el edificio también debía servir como sede de los Tennessee State Tigers, el segundo equipo principal que utilizaría el estadio. En total, la construcción del estadio tuvo un costo de 290 millones de dólares, de los cuales la mitad fue cubierta por los contribuyentes (144 millones de dólares), aprobados en una votación pública.

Ha surgido la idea de construir un nuevo estadio que se convierta en la nueva sede de los Tennessee Titans en 2022. El proyecto, que costará 2.100 millones de dólares, se construirá junto al estadio actual. El nuevo estadio estará totalmente cubierto y tendrá capacidad para 60.000 espectadores. Su construcción está prevista entre 2024 y 2027, y el antiguo estadio será demolido una vez inaugurado el nuevo.