Audi Field – descripción del estadio

Desde prácticamente su fundación en 1996, D.C. United ha soñado con tener su propio estadio de fútbol. Aunque expresaron abiertamente este deseo por primera vez en 2004, los esfuerzos para lograrlo resultaron en vano durante casi una década. Como resultado, el equipo tuvo que jugar 22 temporadas en el icónico Estadio RFK, que, aunque emblemático, no era un estadio de fútbol en ningún sentido. Con su forma circular y gradas temporales junto al campo que se movían al compás de los ruidosos Barra Brava, el RFK estaba lejos de ser ideal.

Finalmente, el sueño se hizo realidad en Buzzard Point, un distrito empobrecido al sur del Capitolio, donde confluyen los ríos Anacostia y Potomac. Casualmente, el terreno del estadio se encuentra a solo 350 metros del Nationals Park, el estadio de béisbol, y ambos están conectados por la avenida Potomac.

Aunque este proyecto fue privado, Washington D.C. tuvo que realizar una inversión importante. El municipio adquirió terrenos por un valor aproximado de 100 millones de dólares, incluyendo el despeje del terreno. Esto generó cierta controversia, ya que algunos de los fondos provenían del presupuesto destinado a la educación, que ya se consideraba insuficiente. Sin embargo, a diferencia de muchos otros países, las autoridades públicas no pagaron por la construcción del estadio en sí, que tuvo un costo justo por debajo de los 200 millones de dólares. A lo largo del proyecto, el estadio se construyó de forma privada y luego fue tomado por las autoridades y arrendado a D.C. United, quienes ahora están obligados a utilizarlo en sus campañas de la MLS.

En cuanto a su diseño arquitectónico, también ha generado controversia. En 2016, apenas pasó la evaluación de la comisión de zonificación y fue descrito como insatisfactorio. Irónicamente, parecía mucho mejor en los bocetos que en la realidad. Sin embargo, ¿es esto realmente una desventaja? Aunque gran parte de su estructura está expuesta, el estadio utiliza sus 5500 toneladas de acero y el concreto desnudo como parte de su atractivo rudo.

Además, el espacio para la decoración es limitado, al menos en tres lados del edificio. La tarea principal fue adaptar un auditorio para más de 20 000 personas en uno de los terrenos más estrechos del fútbol estadounidense, que abarca menos de 4 hectáreas (430 000 pies cuadrados). Para acomodar de manera segura a tantas personas, las gradas se elevan sobre el suelo y las instalaciones de catering y servicios se ubican debajo, dejando espacio en el nivel del suelo para la circulación de la multitud. Los amplios y espaciosos pasillos protegen a los fanáticos bajo el auditorio.

Aunque fue un desafío, esto resultó ser una oportunidad para crear un lugar sólido y vibrante, posiblemente incluso intimidante para los equipos visitantes. El campo se encuentra a solo 2,5 metros (!) de distancia de los espectadores en su punto más cercano, muy por debajo de las recomendaciones de la FIFA. Tres de los cuatro lados también son muy empinados, con un ángulo de inclinación de 35º, casi el ángulo más pronunciado seguro posible. Con 30 filas en el área de los seguidores del norte y 35 filas en el sur, esto brinda una gran oportunidad para crear un caldero hirviente de cánticos.

A diferencia de la mayoría de los estadios modernos, el estadio tiene su grada principal en el este debido a la disponibilidad de espacio en ese lado. Aquí se encuentran 4 niveles de instalaciones, principalmente dedicadas a la hospitalidad. Con 31 palcos privados, 2 suites grandes y 1500 asientos de negocios (además de 550 asientos en el nivel del suelo), no es el estadio más "corporativo" de la MLS, de lejos. Precisamente, los asientos de negocios están más cerca del campo, lo que permite a los porteros sentir el aliento de los fanáticos, especialmente en el norte, donde se instalaron 1500 gradas en lugar de asientos.

Otra peculiaridad en la distribución del estadio es la apertura noreste, que permite a los fanáticos echar un vistazo al campo mientras los recibe desde Potomac Avenue mucho antes de llegar a las puertas.

Agregar dificultad al proceso de diseño, se esperaba que el estadio obtuviera la certificación LEED Gold por su sostenibilidad. Desde la iluminación LED hasta los paneles fotovoltaicos que cubren el techo de la grada principal, así como la retención de agua de lluvia para su uso regular, el estadio logró su objetivo. Entre los esfuerzos por hacerlo más "verde", se anima a los fanáticos a adoptar un enfoque "europeo" y dejar sus autos en casa, utilizando el transporte público o bicicletas, para lo cual se proporciona un número significativo de plazas de aparcamiento con valet.

Aunque la limpieza del terreno comenzó en 2016, la inauguración oficial tuvo lugar en febrero de 2017. Desde entonces, Turner Construction, con 400 trabajadores en el lugar en su punto máximo, necesitó poco más de 500 días para entregar un estadio completamente funcional, que se inauguró en julio de 2018.