Puskás Ferenc Stadion – descripción del antiguo estadio

Las primeras intenciones de construir un estadio central en Budapest surgieron poco después de la unión entre Buda y Pest, a fines del siglo XIX. Las aspiraciones fueron confirmadas más tarde con una oferta para albergar los Juegos Olímpicos de 1920, pero debido a la Primera Guerra Mundial y las consecuencias políticas, la oferta fracasó. Se hicieron nuevos esfuerzos después de la Primera Guerra Mundial con legislación especial y impuestos adicionales, pero el estadio no se hizo realidad.

No fue hasta después de la Segunda Guerra Mundial que la asamblea nacional aprobó el proyecto, y un accidente con el derrumbe de una tribuna en el estadio Ferencvárosi en 1947 aceleró las cosas.

Los trabajos comenzaron en el verano de 1947 y duraron hasta mediados de 1953, en gran parte con el trabajo voluntario de los ciudadanos y no solo eso: Ferenc Puskás en persona y otras estrellas del 'Equipo de Oro' también participaron en las obras. Pero al final, no hubo suficiente mano de obra y se trajeron soldados para llevar a cabo parte del proyecto.

El estadio costó 160 millones de florines en el momento de la construcción, lo que ya era un gran salto en la Europa de recuperación. La arquitectura del estadio es muy distintiva, ya que no ha cambiado mucho a lo largo de los años. Sin embargo, se esperaba que así fuera: los arquitectos esperaban que las gradas con capacidad para 78 000 espectadores que se abrieron en 1953 fueran solo el comienzo de un estadio con capacidad para más de 100 000 personas. Se esperaba que la impresionante grada oeste con su nivel superior creciera aún más, rodeando el nivel inferior, que se basaba en terraplenes. Si esto hubiera sucedido, Hungría habría contado con uno de los estadios más grandes de la historia mundial.

La ceremonia de apertura fue muy impresionante, con miles de personas actuando en el campo. Pero tal vez lo más impresionante fueron los éxitos presenciados en este mismo estadio, como por ejemplo la victoria de Hungría sobre Inglaterra por 7 a 1 en 1954, solo un año después de su inauguración. El pequeño país era una superpotencia del fútbol en esos días y no es de extrañar que se vieran multitudes que superaban la capacidad del estadio.

Sin embargo, con el tiempo, la capacidad del estadio comenzó a disminuir. Con la instalación de asientos, la capacidad disminuyó a menos de 70 000 personas, mientras que en los últimos años la grada oeste superior se cerró por razones económicas y de seguridad, dejando unos 35 000 asientos en uso.

Aunque oficialmente solo era el hogar del equipo nacional de Hungría, el estadio también se convirtió en un refugio seguro para clubes de Budapest y más allá durante sus partidos más prestigiosos, tanto a nivel nacional como internacional. Además del uso para el fútbol, también acogió a algunas de las más grandes estrellas de la música, como Queen o Michael Jackson en el escenario.