Stadion Stanisława Figasa – descripción del estadio

Debido a su inmensa escala, este estadio en Koszalin es uno de los casos más interesantes de arquitectura deportiva socialista en toda Polonia. Ha sido el hogar de Gwardia Koszalin (Gwardia, como Dynamo en la RDA y Rusia, era un nombre reservado para los clubes de fuerzas policiales) desde principios de la década de 1970.

Hasta 1971, el equipo tuvo que usar el estadio de su rival local, KS Bałtyk, a pesar de que en ese momento su propio estadio llevaba en construcción más de cuatro años. Fue llevado a cabo en gran medida con la ayuda del subbotnik (idealmente trabajo voluntario, pero en su mayoría trabajo involuntario de soldados, policías y otros trabajadores). Y, muy acorde con el estado de ánimo político de aquel entonces, el estadio fue nombrado en honor a la Amistad Polaco-Soviética.

Después de cinco arduos años de construcción, el gigante estaba listo. Podía albergar a 15 000 personas y formaba parte de un complejo verdaderamente impresionante con campos de entrenamiento, un pabellón cubierto y una amplia infraestructura secundaria para los deportistas.

Tan solo cuatro años después de su apertura inicial, el estadio pasó por su única expansión hasta la fecha. Alcanzó una enorme capacidad de 25 000 espectadores (mientras que la población de la ciudad era de solo 75 000 habitantes) para poder acoger el festival nacional de la cosecha "Dożynki".

A lo largo de su historia, el estadio fue sede de numerosos partidos de Gwardia Koszalin, en su mayoría en la segunda y tercera división. En 1992, al igual que en la mayoría de las ciudades después del cambio de régimen, el estadio pasó a ser propiedad municipal y la ciudad no pudo costear la modernización y el mantenimiento. Después de todo, la única mejora importante data de 1975. Así que comenzó a deteriorarse a pesar de su uso constante y de la ceremonia de cambio de nombre en honor a Stanisław Figas, funcionario deportivo local y director del equipo.

Con el tiempo, la gran mayoría del auditorio fue cerrada y solo una parte de la tribuna principal quedó abierta a los espectadores como una medida para reducir los costos operativos. La dramática situación dio lugar a una solución a corto plazo en 2017, que consistió en la construcción de tres gradas temporales entre el campo y la antigua estructura. Los trabajos costaron 2,5 millones de PLN y se supone que durarán hasta que se encuentre una solución definitiva entre la reconstrucción completa del antiguo estadio o la construcción de uno nuevo.