Independência – descripción del estadio

La demolición del antiguo terreno estaba planeada desde 2008. El América FC rechazó su arrendamiento del estadio y las obras debían comenzar en 2009. El costo, estimado en R$44 millones, fue compartido entre el estado de Minas Gerais y el gobierno federal. Sin embargo, las obras comenzaron con un retraso de un año: la demolición en enero de 2010 y la construcción de nuevas gradas en noviembre del mismo año. A lo largo del proceso surgieron grandes problemas, y el costo aumentó de R$44 millones a 70, 90, 114 y finalmente R$125 millones. Las obras se retrasaron debido a la falta de financiación y la inauguración oficial, programada inicialmente para septiembre de 2010, se produjo casi dos años más tarde. El primer partido de prueba, aún sin público, se jugó el 24 de abril de 2012. Ironicamente, a pesar del aumento en el costo y el alargamiento del plazo, la capacidad del estadio disminuyó. Las estimaciones iniciales hablaban de 33 000 asientos, pero al final se quedaron en menos de 24 000.

A pesar de las mejoras, desafortunadamente el Estadio Raimundo no fue seleccionado como uno de los 12 estadios sede de la Copa Mundial de la FIFA Brasil 2014. Afortunadamente, sin embargo, el estadio mantuvo su icónica grada abierta detrás de una de las porterías, permitiendo a los fanáticos tener una vista panorámica de la ciudad, al igual que su predecesor. Habría sido maravilloso ver a un miembro de la selección brasileña anotar en la portería que da hacia el resto de Belo Horizonte (ver imagen abajo), algo que probablemente sucedería, ya que los corredores de apuestas esperan que Brasil sea uno de los equipos con más goles en la próxima Copa del Mundo. En otras partes de Belo Horizonte, el cercano y considerablemente más grande Estadio Mineirao albergará partidos de grupos, incluido Brasil, lo que significa que los aficionados visitantes podrán tener la oportunidad de visitar uno de los estadios más emblemáticos de Brasil.

De acuerdo con los planes de Missyor Arquitetos, se suponía que los espectadores estarían lo más cerca posible de la acción. Por lo tanto, las gradas son muy empinadas, con una pendiente de 45 grados en la sección superior. Esto provocó grandes controversias, ya que el departamento de bomberos exigió que se instalaran barreras altas frente a cada asiento para evitar que las personas se cayeran. Cumpliendo con la legislación estatal, se llevó a cabo esta demanda. Sin embargo, esto no solo afecta a la seguridad, sino que también obstaculiza la vista de los espectadores que tienen asientos en la sección superior. Otro efecto es el diseño de las rutas de acceso y evacuación, que al final se asemejan más a un laberinto que a una escalera.