Estádio Moisés Lucarelli – descripción del estadio

Aunque poco conocido por los aficionados actuales al fútbol en todo el mundo, este estadio en Campinas tiene una historia fascinante y rica, ya que en su momento fue uno de los más impresionantes de Brasil. Lo que es aún más significativo, sigue siendo uno de los pocos estadios construidos en su totalidad con inversión privada en el país.

El sueño que se inició en 1900 comenzó a hacerse realidad gracias a Moyses Lucarelli, empresario y líder del club de fútbol Ponte Preta. En la década de 1940, lanzó diversas campañas para recaudar fondos y recursos. Es destacable que en 1946, en tan solo dos meses, el club logró recolectar un cuarto de millón de ladrillos en una iniciativa llamada "Caravana de 250 000 ladrillos". Esto, junto con otras donaciones, permitió que la construcción comenzara en 1947. ¡Menos de un año después, fue posible celebrar el primer partido, aunque la construcción en sí se completó en 1960!

En el momento de su inauguración, el estadio tenía capacidad para albergar a 35 000 personas, convirtiéndose así en el tercer estadio más grande de Brasil y ganando el apodo de "Majestoso" (Majestuoso). Aunque su tamaño dejó de ser impresionante con la construcción de los nuevos estadios para la Copa Mundial de 1950, el apodo se mantuvo.

Los muros que se mantienen hasta el día de hoy, especialmente la impresionante puerta este de estilo art déco, son los mismos que se construyeron entre 1947 y 1960, aunque han sido renovados en varias ocasiones. En el interior, la distribución de los asientos resultó ser un pequeño inconveniente, ya que el diseño original colocaba a los aficionados detrás de las porterías, alejados del campo. En los últimos años, Ponte Preta ha aprovechado esta situación para brindar... ¡38 plazas de estacionamiento entre los aficionados y el campo en el lado este!

Curiosamente, el hombre detrás del estadio privado de Ponte Preta se negó a convertirse en el patrocinador oficial del estadio. No fue hasta que abandonó temporalmente el país que otros interesados secretamente escribieron su nombre en el estadio, cambiando incluso la ortografía original (Moises en lugar de Moyses).