Aunque desde fuera el Nou Mestalla sigue siendo el mismo esqueleto de hormigón que en enero, el Valencia asegura que la obra avanza a buen ritmo, e incluso más rápido de lo previsto. El club quiere iniciar la instalación de la cubierta ya en otoño.

Unas semanas de ventaja en la obra

Paseando por la Avenida de las Cortes Valencianas es difícil ver en el esqueleto de hormigón el motor que impulsará la próxima era de crecimiento del Valencia, tal y como aseguró a Forbes el presidente del club, Kiat Lim. Sin embargo, parece que la obra se está acercando a un nuevo hito: el montaje de la cubierta, prefabricada por subcontratistas en los últimos meses.

Mientras el Valencia calcula que el Nou Mestalla generará 80 millones de euros de ingresos anuales, y una empresa especializada busca un acuerdo millonario por los naming rights del estadio, en la obra continúan los trabajos en el interior del estadio. De hecho, parece que van unas semanas más rápido de lo previsto, y, por lo tanto, la estructura de la cubierta podrá empezar a ser instalada antes del plazo, que es el 29 de diciembre.

Lo más probable es que el montaje comience en noviembre, y su duración será de unos 16 meses, hasta la primavera de 2027. Apenas unos meses después, antes del 11 de julio de 2027, el Valencia tendrá que presentar el Certificado de Final de Obra. De no conseguirlo, el club tendrá que ingresarle al ayuntamiento una garantía equivalente al precio de la obra, que sería liberada solo al acabar el estadio. La cifra rondaría los 340 millones.

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