Matmut Atlantique – descripción del estadio

La decisión de construir un nuevo estadio en Burdeos se tomó en asociación con la Eurocopa 2016 en Francia. El antiguo Stade Chaban-Delmas no era adecuado, lo que llevó a un nuevo proyecto en el distrito del lago al norte. En 2012, se contrató una asociación público-privada con la empresa conjunta Vinci-Fayat para construir y gestionar el estadio durante 30 años.

El costo total del proyecto fue de 183 millones de euros, un precio disciplinado a pesar de la inflación común en este tipo de proyectos. Varios entidades participaron en el financiamiento, incluyendo el presupuesto federal (28 millones de euros), la región de Aquitania (15 millones de euros), la aglomeración de Burdeos (15 millones de euros) y el municipio (17 millones de euros).

El club Girondins contribuyó con 20 millones de euros por adelantado y está obligado a pagar un alquiler anual de 3,75 millones de euros. Sin embargo, la oposición local ha criticado ampliamente la participación del municipio en la cobertura de los costos durante los primeros 30 años.

Los trabajos comenzaron a finales de 2012 y la inauguración oficial tuvo lugar en abril de 2013. El estadio se completó según lo programado el 30 de abril de 2015, dos años después del inicio de las obras.

El diseño arquitectónico del estadio, creado por el equipo suizo de Herzog & de Meuron, es verdaderamente único. Aunque se basa en ideas utilizadas en todo el mundo, lograron crear un estadio completamente distinto. Su diseño se adapta perfectamente al entorno plano y rodeado de bosques, siendo monumental pero aparentemente ligero.

El estadio presenta una amplia plataforma con escaleras que conducen al paseo principal alrededor de las gradas. Luego, adquiere una forma invertida que se eleva de manera impresionante sobre los espectadores a medida que entran. La estructura exterior está sostenida por cientos de columnas delgadas que imitan los árboles cercanos.

Sin una fachada sólida que separe a los aficionados del entorno, los seguidores pueden experimentar una sensación de espacio semicerrado incluso después de ingresar al estadio. El paseo principal, que cuenta con puestos de comida, baños y asientos para discapacitados, está prácticamente fuera del estadio, separado solo por una "cinta" de quioscos. Además, desde casi cualquier punto del paseo, los aficionados pueden ver el campo en todo su esplendor.

El estadio cuenta con 60 palcos distribuidos equitativamente entre las gradas este y oeste, todos ubicados en el anillo inferior de asientos. Su diseño es limpio y sencillo, creando una apariencia estéril cuando está vacío. Incluso la estructura interna del techo está cubierta con una malla blanca para evitar distracciones durante los partidos. Se espera que sean los fanáticos quienes creen la atmósfera, mientras que el estadio proporciona un entorno bien concebido que garantiza una buena acústica y visibilidad.

Desde el punto de vista estructural, el estadio fue un proyecto muy desafiante debido a su ubicación en una zona pantanosa. Se necesitaron 945 pilotes para ser insertados en el suelo. Además, se optó por una solución estructural ligera, con un uso mínimo de hormigón armado en la estructura principal, algo poco común en estadios de esta envergadura. El acero se utilizó para dar al estadio una mayor flexibilidad, logrando así su cautivador aspecto exterior.