Estadio Jorge Luis Hirschi – descripción del estadio

La parcela en la Avenida 1 y Calle 57 de La Plata ocupa un lugar destacado en la historia del fútbol argentino y alberga uno de los estadios más antiguos en uso hasta el día de hoy. Su origen se remonta a principios de 1906, cuando se creó a partir del Parque Municipal Paseo del Bosque, con el propósito de ser utilizado por Estudiantes. Gimnasia, su eterno rival, también cuenta con una zona similar a solo 1 km de distancia. Fue en Navidad de 1907 cuando los Pincharratas disputaron su primer partido en este recinto, y desde entonces, salvo algunas excepciones periódicas, han hecho de este estadio su hogar.

A lo largo de las décadas, el estadio ha experimentado varias transformaciones, siempre manteniendo su sólido diseño original, concebido exclusivamente para el fútbol, debido a las limitaciones de espacio existentes. A finales de la década de 1990 surgió la idea de realizar una reestructuración fundamental del lugar, y en 2002 se iniciaron las obras en la zona noroeste del estadio.

Sin embargo, el proyecto se vio interrumpido por razones legales ordenadas por el municipio, dejando una grada incompleta. El proceso legal se prolongó hasta 2005, cuando el estadio finalmente cerró sus puertas de manera definitiva. Antes de su cierre, Estudiantes disputó un último encuentro contra Gimnasia a finales de agosto, derrotando a sus acérrimos rivales por 1-0.

En 2007 se llevó a cabo la demolición del estadio, aunque se preservó la estructura de hormigón construida en 2002. Esta parte se incorporó posteriormente al diseño en evolución de la grada inferior en el extremo noroeste, y hoy en día constituye la sección más antigua del estadio. Esta tribuna fue completada en 2009, con su estructura completamente finalizada. En 2011, se unió a ella la masiva grada de un solo nivel en el lado noreste.

En 2014, tras el desplazamiento del campo de juego hacia el noroeste, se construyó una tercera tribuna detrás del gol sureste. Sin embargo, la sección más interesante del nuevo estadio es la grada ubicada entre la Avenida 1 y el campo. Estudiantes contaba con una franja de 10 metros de ancho y aproximadamente 200 metros de largo en este lado del campo. Se tomó la decisión de construir un pabellón estrecho y alto, que ofreciera balcones superpuestos para palcos, asientos premium y plataformas para aficionados discapacitados. Además, esta tribuna se convierte en una barrera que protege una densa zona residencial del exceso de ruido en días de partido.

La construcción de esta parte del estadio llevó más tiempo en completarse, principalmente debido a las limitaciones financieras. De hecho, el prolongado proceso de construcción del estadio fue financiado en gran parte por Estudiantes, quienes cubrieron casi la mitad de los costos (alrededor de 20 millones de dólares de los 45 millones totales) mediante la venta de jugadores y otros ingresos, asegurando un préstamo para el resto.Durante este período, el equipo tuvo que jugar sus partidos en Quilmes, en el Estadio Único de La Plata e incluso, durante un breve período, en el estadio de Gimnasia, su eterno rival.

Sin embargo, cuando se trató del equipamiento, las instalaciones y el mobiliario, el club de fútbol no escatimó esfuerzos para superar a otros equipos argentinos. Fueron pioneros en la implementación de una completa digitalización del estadio, incluyendo sistemas de CCTV y WiFi público. También fueron los primeros en instalar un campo de juego híbrido y en utilizar iluminación LED en todo el estadio.

Este último punto forma parte de un proyecto más amplio para convertir a Uno (apodo derivado de su dirección) en el estadio más ecológicamente sostenible de Argentina. De hecho, Estudiantes se convirtió en el primer club a nivel mundial en obtener la certificación EDGE para su nuevo hogar, gracias al uso de energía solar fotovoltaica, gestión de residuos y energía, reutilización de agua de lluvia, integración de áreas verdes dentro del recinto, entre otros elementos.

Al mismo tiempo, el estadio histórico sigue ofreciendo una experiencia tradicional y acogedora para los aficionados que prefieren las secciones de terrazas amplias, en lugar de asientos individuales. Su fachada exterior está compuesta por hormigón rugoso, suavizado solo por cristales, mallas metálicas y murales coloridos, siguiendo la tradición de América Latina. Es importante destacar que, al reabrir en 2019, el estadio aún cuenta con dos esquinas sin llenar, dejando espacio para futuras expansiones, ya sea con asientos corporativos o regulares.