EE. UU.: La esperada inversión de Washington avanza a buen ritmo

fuente: EstadiosDB.com; autor: Paulina Skóra

EE. UU.: La esperada inversión de Washington avanza a buen ritmo El Consejo de la Ciudad de Washington D.C. aprobó por 11 votos a favor y 2 en contra la construcción de un nuevo complejo deportivo en el antiguo estadio RFK, allanando el camino para que los Washington Commanders regresen desde su actual sede en Landover.

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Luz verde para el regreso de los Commanders

La Ley de Reurbanización del Campus Robert F. Kennedy de 2025 permite revitalizar y gestionar la zona frente al río Anacostia, incluyendo la construcción de un nuevo estadio. Se prevé que la parte del proyecto dedicada al estadio esté lista en diciembre de 2030, lo que permitirá al equipo abandonar el Northwest Stadium, donde juega desde 1997 tras mudarse desde el RFK a los suburbios.

El Consejo también presentó una visión más amplia del terreno, con restaurantes, comercios y unas 5.000 viviendas. Se espera que toda la zona esté finalizada para 2040. El concejal Charles Allen, del distrito Ward 6, destacó que los aficionados pueden celebrar con orgullo el regreso de los Commanders al Distrito, un momento importante en la historia de la ciudad. La legislación aprobada ofrece a D.C. una oportunidad única para revitalizar el frente fluvial de Anacostia y crear un espacio multifuncional que combine deporte profesional y amateur, recreación, áreas verdes y equipamiento cultural.

Según fuentes de WTOP, representantes del equipo y la ciudad negocian con las firmas HKS y HNTB para la firma de contratos de la obra. Ambas compañías cuentan con amplia experiencia en la construcción de estadios modernos en Estados Unidos.

RFK Stadium© Duane Lempke

Compromisos importantes de los Commanders

El propietario del equipo, Josh Harris, firmó en diciembre un memorando con el gobernador de Washington, Wes Moore, y la administradora interina del condado de Prince George’s, Tara H. Jackson. Según el acuerdo, el equipo iniciará la demolición del estadio de Landover dentro de los 90 días posteriores al primer partido en el nuevo estadio. Tras la demolición, el club colaborará con autoridades locales y estatales para transformar las 200 acres en un complejo mixto, incluyendo vivienda, comercios y otros usos permitidos.

Los Commanders también se comprometieron a aportar al menos 2.700 millones de dólares al proyecto del nuevo RFK Stadium y cubrir el coste total del estadio, estimado actualmente en menos de 500 millones de dólares. El nuevo estadio tendrá techo transparente y capacidad para 65.000 espectadores, algo inferior a los 67.617 asientos del Northwest Stadium.

La demolición del RFK, en marcha

El histórico RFK Stadium desaparece rápidamente del panorama de la ciudad. Los obreros ya retiraron el techo y las vigas superiores de acero y trabajan sistemáticamente de este a oeste. Hasta ahora ya han retirado más de 2.465 toneladas de acero y 16 toneladas de plástico, y los responsables del proyecto destacan el progreso logrado.

El proyecto no se limita a la demolición: busca también preservar el legado del estadio. Un artista local, que ya colaboró con los Commanders, trabaja con Events D.C. para transformar materiales recuperados en obras de arte y recuerdos. Se planea reutilizar vigas de acero y hormigón para que los ciudadanos puedan llevarse un fragmento del RFK. También se prepara un evento de despedida para que la comunidad conecte por última vez con la historia del estadio.

Para garantizar la transparencia, la ciudad transmite la demolición en directo e instaló paneles informativos en el lugar. Reuniones periódicas con agencias y grupos vecinales apoyan la coordinación. Se implementaron medidas ambientales para evitar que los residuos lleguen al río Anacostia y proteger el metro y carreteras cercanas. Se espera finalizar la demolición para otoño de 2026.

Design of RFK National Stadium© KATO Design

Washington se prepara para un reto de transporte

Aunque los Commanders regresarán en 2030, aún surgen dudas sobre cómo D.C. financiará y ampliará el Metro para atender a los aficionados. El proyecto busca crear el estadio NFL más accesible en transporte público del país. Charles Allen, concejal y presidente de la Comisión de Transporte, quiere que el Metro sea central en la experiencia del día de partido, transportando a más de 30.000 aficionados, frente a los actuales cuatro o cinco mil que usan el Metro en Landover. En comparación, en Seattle, considerado uno de los destinos NFL más amigables con el transporte, llegan unas 9.000 personas en tren.

Los aficionados tomarán el Metro y luego recorrerán una plaza que conduce directamente al estadio. Esto requiere actualizar la estación Stadium-Armory en la línea azul y posiblemente construir una segunda estación al otro lado del campus. Allen recuerda el precedente de los Washington Nationals en sus primeros años en RFK, cuando decenas de miles de personas llegaban en Metro.

La expansión ferroviaria no es solo para los días de fútbol. El plan RFK prevé entre 6.000 y 8.000 viviendas nuevas, que podrían atraer a 12.000 residentes. Esta fase debería concluir en 2040. Autoridades de D.C. y la Washington Metropolitan Area Transit Authority preparan un estudio de 2 millones de dólares para definir las mejoras de infraestructura necesarias y sus costos. Solo la estación podría costar cientos de millones, aunque la cifra exacta aún no se conoce.

El Consejo de D.C. ya destinó 20 millones de dólares anuales durante 30 años de los ingresos del estadio al transporte, lo que puede garantizar bonos para iniciar la obra de inmediato. Allen planea concluir el estudio en seis meses para que la construcción comience a tiempo y el estadio abra en 2030. Subraya que la inversión es imprescindible: depender solo de coches y estacionamientos generaría congestionamientos inasumibles tanto en días de partido como para los futuros residentes.

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