EE. UU.: Donald Trump sueña con poner nombre a un estadio
fuente: EstadiosDB.com; autor: Paulina Skóra
Según fuentes de la Casa Blanca, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha expresado su deseo de que el nuevo estadio de los Washington Commanders lleve su nombre.
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El trasfondo político del proyecto
Sería, sin duda, un nombre hermoso, ya que el presidente Trump fue quien impulsó la realización del nuevo estadio
, declaró en un comunicado la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt.
De acuerdo con ESPN, los colaboradores de Trump ya habrían transmitido la propuesta al propietario del club, Josh Harris, aunque por ahora ni el equipo ni las autoridades locales han emitido respuesta oficial.
El presidente asistió el domingo al partido en casa de los Commanders contra los Detroit Lions, donde recibió tanto aplausos como abucheos del público. Sin embargo, no está claro de qué manera concreta habría contribuido al proyecto, más allá de sus declaraciones públicas de apoyo.
En diciembre de 2024, el Congreso de EE. UU. aprobó una ley bipartidista que transfirió los terrenos del antiguo Robert F. Kennedy Memorial Stadium del Servicio de Parques Nacionales a la administración del Distrito de Columbia. La medida permitió iniciar la reurbanización de la zona y la planificación del nuevo complejo deportivo. Según la ley, la ciudad recibió 174 acres en concesión renovable cada 99 años, con autorización para construir viviendas y espacios comerciales. El entonces presidente Joe Biden firmó la norma en enero de 2025, pocos días antes de la investidura de Trump.
Durante décadas, la jurisdicción federal sobre el terreno RFK fue el principal obstáculo para su desarrollo, ya que las normativas vigentes prohibían cualquier uso comercial o residencial. Solo en septiembre de 2024, cuando las autoridades de D.C. aprobaron una inversión de 3.700 millones de dólares, se abrió el camino para la construcción del nuevo estadio.
Controversia sobre los derechos de nombre
Según el acuerdo firmado por la alcaldesa Muriel E. Bowser y el propietario del club Josh Harris, los derechos de denominación del nuevo estadio pertenecen exclusivamente a los desarrolladores del proyecto. Esto implica que ninguna sugerencia política, ni siquiera del presidente, puede alterar esa decisión sin su consentimiento. Ni la oficina de la alcaldesa, ni el club, ni la Casa Blanca han comentado sobre cómo podría materializarse una propuesta de este tipo.
Los expertos en gestión deportiva son escépticos.
El presidente puede tener influencia política, pero los derechos comerciales son otra historia
, explica Lisa Delpy Neirotti, profesora de gestión deportiva en la Universidad George Washington. Las empresas pagan millones por esos acuerdos, porque son una herramienta de marketing gigantesca. Es poco probable que alguien los ceda gratuitamente
, añadió.
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