Málaga ha renunciado oficialmente a su candidatura como ciudad sede del Mundial de la FIFA 2030, que será organizado conjuntamente por España, Portugal y Marruecos. Así lo anunció el alcalde, Francisco De la Torre, quien afirmó que la organización del torneo representa un riesgo para el club y un problema para los aficionados, “y no merece la pena”.

El club, por encima del Mundial

Las razones principales de la renuncia son el elevado coste de la remodelación de La Rosaleda (aproximadamente 270 millones de euros) y el hecho de que el estadio temporal (Ciudad de Málaga) solo podría albergar a 12.500 espectadores, mientras que el Málaga CF cuenta con más de 26.000 abonados. Elegir entre el Mundial y el club, elegimos el club y la afición. Estamos con el Málaga, indicó el regidor, subrayando que la prioridad de las autoridades locales es el desarrollo del equipo. A pesar de la renuncia, el alcalde confirmó que se construirá un nuevo estádio, ya sea en el emplazamiento actual de La Rosaleda o en otro punto de la ciudad, aunque sin relación con el Mundial de 2030.

En respuesta a la decisión del alcalde, el PSOE (Partido Socialista Obrero Español) solicitó una sesión extraordinaria del pleno municipal (convocada para el 24 de julio). Su portavoz, Daniel Pérez, acusó al gobierno local de negligencia y de engañar a la ciudadanía, asegurando que desde hace meses era evidente que Málaga no cumplía con los requisitos de la FIFA.

© Kuba Kowalski

Valencia y Vigo vuelven a la carrera

Mientras tanto, Valencia ha retomado su candidatura, impulsada por la reanudación de las obras del Nou Mestalla. Vigo, también excluida inicialmente, sigue teniendo opciones.