Italia: San Siro, en el ojo del huracán

fuente: EstadiosDB.com; autor: Jakub Ducki

Italia: San Siro, en el ojo del huracán El martes en Milán hubo dos pasos paralelos hacia los dos escenarios sobre el futuro de San Siro. Por un lado, una reunión de las autoridades sobre la venta del estadio. Por otro, los preparativos para una gran manifestación.

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Reunión en el ayuntamiento

Al mediodía del martes tuvo lugar un encuentro entre los concejales del Partido Democrático y la vicealcaldesa Anna Scavuzzo, que asume temporalmente la responsabilidad de la planificación urbana. Su objetivo fue presentar los detalles del acuerdo entre el municipio y los clubes para la venta del San Siro. La cuestión clave es la tasación del estadio y de los terrenos circundantes: la Agenzia delle Entrate fijó el valor del paquete en 197 millones de euros, cifra confirmada también por estudios de la Universidad Bocconi y del Politécnico de Milán.

Los concejales también recibirán información sobre el impacto de toda la operación en el entorno del estadio. Las dudas se centran principalmente en el concepto de zonas verdes, que en el proyecto del Inter y del Milan cubre más de la mitad de la superficie, pero en la práctica parte de ese espacio sería suspendido y, por lo tanto, no se trataría de un área recreativa real.

La reunión también debe servir para esbozar un calendario. Según el plan, a finales de septiembre la resolución sobre la venta debería llegar al pleno del ayuntamiento, y para el 10 de noviembre los clubes esperan que la transacción esté finalizada. Esta fecha no es casual: precisamente entonces debería entrar en vigor la limitación del uso del segundo anillo de gradas de San Siro.

San Siro © Grzegorz Kaliciak 

Una votación tensa

Desde el inicio se preveía un debate encendido en el pleno municipal. Se sabía de antemano que habría seis votos en contra: entre ellos los concejales verdes Carlo Monguzzi, Tommaso Gorini y Francesca Cucchiara, el representante del grupo mixto Enrico Fedrighini y dos demócratas: Alessandro Giungi y Rosario Pantaleo.

Giungi, opositor desde hace años al nuevo estadio, fue descrito en conversaciones reveladas por la fiscalía como un psicópata común. Estos comentarios se produjeron en 2022 por parte del exconcejal de urbanismo Giancarlo Tancredi, el director general Christian Malangone y la directiva Simona Collarini. Los insultos dirigidos contra mí por el exconcejal y la dirección, como opositor de la operación inmobiliaria de San Siro y como minucioso presidente de la Comisión Olímpica, solo me refuerzan. Mis acciones de control serán, si es posible, aún más firmes, responde hoy el propio Giungi.

También preocupa la cuestión del llamado descuento. Aunque la tasación básica asciende a 197 millones de euros, se contempla una rebaja de unos 30 millones por la descontaminación de terrenos, la demolición y reconstrucción del túnel Patroclo y la creación de nuevas áreas verdes. Para los críticos, esto supone el riesgo de vender el terreno a un precio infravalorado: incluso por unos 300 euros por metro cuadrado. La fiscalía y el Tribunal de Cuentas investigan la posibilidad de un perjuicio financiero.

San Siro © Grzegorz Kaliciak 

Movilización social

Mientras en el ayuntamiento se desarrollaban conversaciones políticas, por la tarde representantes de centros sociales y sindicatos se reunieron en la Camera del Lavoro para ultimar los detalles de la manifestación que tuvo lugar el sábado 6 de septiembre. En la plaza se concentraron centros sociales del norte de Italia, partidos de izquierda radical, la asociación de partisanos ANPI, el sindicato CGIL y organizaciones obreras de base.

El lema de la protesta fue Giù le mani da San Siro (Manos fuera de San Siro). La convocatoria fue difundida en redes sociales por el activista Paolo Hutter, entre otros. Junto a unos 20.000 manifestantes aparecieron banderas palestinas; al frente marchaba el colectivo Leoncavallo con la pancarta Manos fuera de la ciudad, seguido por las Madres Antifascistas de Leoncavallo. También estuvieron presentes algunos políticos. Los opositores la calificaron como una manifestación en apoyo a delincuentes.

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