Dr. Nicholas Gruen, un economista independiente, advierte que el coste del estadio Macquarie Point ha sido subestimado significativamente y que el cronograma del proyecto es poco realista. Su informe ha desatado un debate sobre la inversión.

¿Proyecto ambicioso o carga financiera?

Se espera que el estadio propuesto en Macquarie Point esté listo para la temporada 2029. Es la condición para que los Tasmanian Devils ingresen a la Asociación de Fútbol Australiano (AFL) un año antes. Sin embargo, el análisis del Dr. Gruen cuestiona la viabilidad financiera y realismo del cronograma. Según el experto, la construcción de la instalación en su forma actual no es factible desde el punto de vista financiero y los beneficios han sido sobreestimados.

De acuerdo con el convenio entre el gobierno de Tasmania y la AFL, el proyecto incluye sanciones financieras en caso de retrasos. Si no se completa el 50 % de la construcción para octubre de 2027, el gobierno deberá pagar 4,5 millones de dólares australianos. No tener el estadio listo para albergar partidos en 2028 generará otra sanción de igual cantidad. Dr. Gruen insta a renegociar estos términos, argumentando que el modelo actual es insostenible.

El economista critica duramente el proyecto de la AFL y el gobierno de Tasmania. No puede hacerse a tiempo ni dentro del presupuesto, enfatiza. Propone extender el periodo preparatorio de cinco a siete años para garantizar una planificación adecuada y consultas públicas. También sugiere utilizar instalaciones existentes, como Bellerive Oval y York Park, como solución temporal.

© AFL

Tensiones políticas en torno al proyecto

El informe del Dr. Gruen ha añadido tensión al ámbito político en Tasmania. El diputado Andrew Jenner, del Jacqui Lambie Network, señaló numerosos fallos en el acuerdo con la AFL y cuestionó: ¿Quién estuvo en esa mesa? ¿Estuvimos siquiera allí? ¿O simplemente la AFL hizo el acuerdo y nos lo entregó?. Jenner ha anunciado que no apoyará el proyecto en su forma actual.

El Partido Laborista, a pesar de su apoyo previo al estadio, también exige aclaraciones. Luke Edmunds, portavoz de deportes, afirmó que el proyecto no puede ser un cheque en blanco. La decisión del partido dependerá de las evidencias presentadas ante el parlamento.

Por su parte, Vica Bayley, portavoz de los Verdes de Tasmania, señaló que el informe del Dr. Gruen confirma las preocupaciones de las voces críticas que se han ido produciendo desde hace tiempo. Los costes están subestimados, los beneficios sobreestimados. Es el lugar equivocado y la prioridad equivocada para Tasmania, declaró Bayley.

¿Qué sigue?

El estadio Macquarie Point está siendo evaluado por la Comisión de Planificación de Tasmania como un proyecto de importancia estatal. Una decisión final requerirá la aprobación de ambas cámaras del parlamento, lo que, dado el actual equilibrio político, es incierto. Incluso si el proyecto obtiene el apoyo del Partido Laborista y el gobierno, aún necesitará el voto de un diputado independiente para avanzar.