Estadio Nemesio Díez – descripción del estadio

El estadio de fútbol de Toluca ha tenido varios nombres a lo largo de su historia, pero el más popular es aquel que nunca se convirtió en oficial. Los lugareños lo llaman cariñosamente la "Bombonera de Toluca", haciendo referencia al emblemático estadio de Boca Juniors en Argentina. No es por su parecido físico, sino por su carácter y ambiente vibrante que se asemejan al espíritu del gigante argentino.

El nombre oficial del estadio rinde homenaje a Nemesio Diez. Anteriormente, fue conocido como "Toluca 70-86" y "Toluca 70", en honor a las dos Copas del Mundo celebradas en México en esas fechas. Antes de eso, llevaba el nombre de Estadio Luis Gutiérrez Dosal, siendo Héctor Barraza su primer patrocinador.

El estadio fue inaugurado oficialmente en 1954, pero su historia se remonta a 1919. Desde entonces, ha sido el hogar del Deportivo Toluca, que lo adquirió en 1953 y lo convirtió en su primer recinto privado. A lo largo de los años, ha experimentado diversas remodelaciones, especialmente para albergar las Copas del Mundo de 1970 y 1986.

Ubicado en el corazón de Toluca, su localización presenta ventajas y desafíos. Para los aficionados, es un verdadero símbolo de la ciudad, fuente de orgullo local y un lugar al que se puede llegar caminando. Sin embargo, para el club y la ciudad, representa un problema en términos de tráfico y actualización de la estructura. Incluso un techo convencional habría sobrepasado los límites del estadio, invadiendo posiblemente propiedades privadas. Por esta razón, se colocaron pilares de soporte entre los aficionados, afectando la vista.

Finalmente, en 2015 se presentó una solución innovadora para el estadio, que abordó el problema de los soportes del techo y permitió aumentar la capacidad necesaria. En un plazo ajustado de 14 meses, se demolió por completo la sección de las esquinas. En su lugar, se construyeron torres de 6 pisos, cada una con tres funciones principales. Estas torres sirvieron como anclajes para el techo futuro, facilitaron la circulación vertical de la multitud y albergaron palcos privados y pantallas de video.

Al trasladar los palcos corporativos a las torres, se ganó espacio para asientos regulares, lo cual era una prioridad clave debido a las limitaciones de espacio. La tribuna oeste fue reconstruida desde cero con 3 niveles, mientras que la altura de las tribunas principal (sur) y este casi se duplicó con la adición de segundos niveles a cada una. La sección norte no pudo expandirse, ya que ya se extendía sobre la acera. Con todos estos cambios, la capacidad del estadio aumentó de 22 000 a 30 000 personas.

El nuevo techo del estadio adopta una estructura geométrica ligera, abarcando más de 10 000 m2. Por primera vez, todos los aficionados pueden disfrutar de una vista ininterrumpida del campo, ya que la trabe más larga alcanza una longitud de 115 metros.

Se esperaba que el estadio estuviera listo para celebrar el centenario de Toluca en febrero de 2017, aunque no se logró cumplir ese objetivo exactamente. Sin embargo, el estadio demostró estar operativo a pesar de que aún faltaban algunos trabajos por realizar. La última fase consistió en cubrir todo el estadio con un nuevo revestimiento exterior, creado con una malla metálica en los colores del club, rojo y blanco.

Dado que no había espacio para estacionamientos junto al estadio, se construyó un estacionamiento de 9 niveles detrás de las viviendas existentes, a unos 75 metros al este. Esta estructura cuenta con más de 500 espacios y está conectada al estadio mediante dos puentes peatonales que atraviesan la calle.