España: Años de promesas en el Camp Nou; todos los errores de Laporta

fuente: EstadiosDB.com; autor: Jakub Ducki

España: Años de promesas en el Camp Nou; todos los errores de Laporta Desde el principio, la remodelación del Camp Nou se perfilaba como una historia interminable. Aunque el FC Barcelona anunció en múltiples ocasiones su regreso al estadio, cada nuevo capítulo de esta saga acababa en una promesa incumplida. ¿Cómo fue este camino desde el inicio?

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Todo bajo control… al principio

A principios de mayo de 2022, Joan Laporta anunció lo que los aficionados llevaban años esperando: las obras en el Camp Nou comenzarían en junio. El plan era ambicioso pero claro: durante la temporada 2022/23, los trabajos avanzarían sin cerrar completamente el estadio, y solo a partir del curso siguiente el equipo se mudaría temporalmente al Estadi Olímpic Lluís Companys. El regreso al Camp Nou se preveía para la temporada 2024/25, con la mitad del estadio operativa, y la finalización total de la remodelación para la 2025/26.

El proyecto impresionaba: 105.000 asientos, un techo con videomarcador de 360 grados, zonas VIP ampliadas, tecnologías sostenibles y nuevos espacios públicos alrededor del estadio. El coste total se estimaba en 1.500 millones de euros, pero la inversión prometía un retorno de hasta 200 millones anuales para el club.

Sin embargo, no pasaron ni tres meses cuando se anunció el primer cambio de planes. A finales de julio de 2022, la directiva del Barça informó que aprovecharía el parón liguero por el Mundial de Catar para demoler parte del Gol Sur. Inicialmente, esta fase estaba prevista para la temporada 2023/24.

El cambio se presentó como una aceleración del calendario: el club quería comenzar los cimientos de las nuevas estructuras ya en 2022 para preparar mejor la fase principal de la obra. Al mismo tiempo, se desmontaron asientos, instalaciones tecnológicas, redes de seguridad y zonas de restauración.

Spotify Camp Nou (23.10.2022)© Petra Vosáhlová | Spotify Camp Nou (23.10.2022)

Una fecha simbólica, preguntas incómodas y primeras grietas

En enero de 2023, el Barcelona anunció una decisión clave: la empresa turca Limak Construction sería la contratista principal de la remodelación. Una elección que generó polémica de inmediato. La empresa tenía experiencia en grandes infraestructuras, como el aeropuerto de Estambul, pero solo había construido un estadio: uno de 25.000 plazas en Mersin.

La vicepresidenta Elena Fort aseguró que la elección fue el resultado de un proceso riguroso de cinco etapas y que Limak contaba con el respaldo de los arquitectos. Al mismo tiempo, se presentó un nuevo calendario: las obras comenzarían en junio de 2023, y el regreso al Camp Nou sería el 29 de noviembre de 2024, con motivo del 125º aniversario del club. La construcción finalizaría en junio de 2026.

La fecha simbólica del regreso se convirtió en nuevo punto de referencia… y también en la primera señal de posibles retrasos. En marzo de 2023, Laporta tuvo que enfrentarse a un nuevo obstáculo: la financiación. El plan de emitir bonos verdes por valor de 1.500 millones de euros para cubrir los costes del Espai Barça generó resistencia entre los inversores.

Mientras tanto, el club se veía envuelto en otra crisis: el llamado Caso Negreira. La investigación sobre pagos sospechosos al vicepresidente del comité arbitral seguía su curso, y la fiscalía presentó una denuncia formal contra el club. Aunque aún no estaba claro cómo afectaría este escándalo al futuro del Barça, el clima en torno al proyecto se deterioraba visiblemente.

Spotify Camp Nou (05.07.2023)© Espai Héctor | Spotify Camp Nou (05.07.2023)

El desfase entre el plan y la realidad

El año 2024 iba a ser un punto de inflexión para el Barcelona: regresar al Camp Nou en la emblemática fecha del 125º aniversario y mostrar avances evidentes en la obra. Al principio, todo indicaba que el objetivo era alcanzable. Avanzaba la construcción del nuevo graderío, aumentaba el número de trabajadores, y el club presumía de soluciones ecológicas y nuevas alianzas tecnológicas.

Pero poco a poco, el optimismo dio paso a la incertidumbre. El regreso, inicialmente previsto para noviembre, se pospuso a diciembre, luego a enero, y finalmente comenzaron a circular versiones que apuntaban a la primavera de 2025. El club no lo confirmó públicamente, pero Laporta empezó a hablar de un regreso a finales de año, sin especificar una fecha.

Al mismo tiempo, surgieron polémicas sobre las condiciones laborales. Las inspecciones detectaron irregularidades entre varios subcontratistas: retrasos en los pagos, falta de cotizaciones y explotación de trabajadores extranjeros. Las declaraciones de Laporta, acusando a los medios de tener prejuicios, no ayudaron, y fueron criticadas por instituciones locales.

En paralelo, el club trataba de recuperar terreno financiero. Presionaba a LaLiga por un calendario favorable y planeaba un regreso parcial al Camp Nou antes de fin de año –con aforo limitado y un nuevo sistema de asignación de asientos para los socios.

Spotify Camp Nou (07.07.2024)© Alecaom | Spotify Camp Nou (07.07.2024)

¿Un regreso en la segunda mitad de la temporada?

En otoño de 2024, la expectativa por regresar al Camp Nou empezaba a parecer una meta que se alejaba constantemente. Oficialmente, se seguía hablando de finales de año o segunda mitad de la temporada, pero los avances en las obras no lo respaldaban. La falta de gradas, césped y techo ponía en duda incluso la fecha de enero. Algunas informaciones sugerían que el regreso no sería posible hasta abril de 2025, aunque el club no lo confirmaba.

Laporta intentaba mantener el optimismo, pero sin dar fechas concretas. El club evitaba comprometerse, insistiendo en que el regreso ocurriría cuando las condiciones lo permitieran, según palabras del presidente. Se modificó el calendario de obras: el trabajo en el techo se pospuso para centrarse en lo mínimo necesario para disputar partidos.

Pequeños avances mantenían viva la esperanza de los aficionados: la instalación de los primeros asientos, avances visibles en algunos sectores, nuevas alianzas con Aramark y HP Enterprise, y la apertura simbólica del Mirador de las Obras. Pero cuanto más se acercaba diciembre, más evidente era que el estadio no estaría listo ni para el aniversario ni para las fiestas navideñas.

En paralelo, seguía la lucha financiera. Jugar en Montjuïc generaba pérdidas millonarias y LaLiga debía ajustar el calendario para maximizar los ingresos de un posible regreso. Finalmente, a principios de octubre, el club lo admitió: el regreso tendría lugar en la segunda mitad de la temporada, probablemente en enero o febrero de 2025.

Spotify Camp Nou (24.01.2025)© Alecaom | Spotify Camp Nou (24.01.2025)

Mes tras mes, decisión tras decisión

En otoño de 2024, las declaraciones del FC Barcelona empezaban a perder valor. En intervenciones oficiales, Joan Laporta y Elena Fort ofrecían nuevas fechas para el regreso al Camp Nou: diciembre, principios de enero, luego finales de enero o principios de febrero. Finalmente, las palabras de miembros del club y del Ayuntamiento daban a entender que el primer partido posible no se jugaría antes de la segunda quincena de febrero – probablemente contra el Rayo Vallecano.

Mientras tanto, el estadio seguía lleno de contenedores y maquinaria, y el terreno de juego no estaba ni siquiera listo para comenzar su preparación. Relevo estimaba que solo acondicionar el césped llevaría dos meses. Los escenarios más pesimistas ya hablaban incluso de la temporada 2025/26. Laporta mantenía la narrativa de un regreso definitivo, aunque en paralelo surgían noticias que lo desmentían, como la extensión del alquiler del estadio olímpico hasta final de temporada o la declaración de la empresa municipal BSM de que Montjuïc no estaría disponible para el Barça después del 1 de mayo.

Decepción, resignación y el plan B

A principios de diciembre de 2024, el club dejó de simular que el regreso al Camp Nou se produciría antes de final de año. La fecha del 29 de noviembre – marcada inicialmente como el fin simbólico de la primera fase – pasó sin que el estadio estuviera terminado. Y aunque el contrato con Limak preveía una multa de 1 millón de euros por cada día de retraso, la directiva renunció a aplicarla. Oficialmente, por la buena cooperación y para evitar más retrasos.

Mientras tanto, las obras no se aceleraban. A mediados de diciembre, el club empezaba a admitir que incluso un regreso en marzo podría ser inviable. La UEFA exige que todos los partidos de una misma ronda de Champions se jueguen en el mismo estadio, así que aunque el Camp Nou estuviera justo a tiempo, organizar el partido del 11 de marzo resultaría imposible. Además, aún quedaban sin terminar elementos como las vías de evacuación o los palcos VIP.

Spotify Camp Nou (07.03.2025)© FC Barcelona | Spotify Camp Nou (07.03.2025)

En paralelo, se buscaban alternativas. Montjuïc estaba reservado en primavera y verano para conciertos, por lo que el club abrió negociaciones con el Ayuntamiento y empezó a preparar un plan de emergencia. La opción más viable –aunque políticamente incómoda– parecía ser el estadio del Espanyol en Cornellà.

En este ambiente, Laporta ya no daba fechas concretas. En su lugar, hablaba de regresar más pronto que tarde, subrayando la importancia de respetar las normas de la UEFA. El club seguía destacando que se trataba de la mayor inversión en el sur de Europa, pero, en realidad, ya se preparaba para un escenario en el que el Camp Nou no estaría disponible ni siquiera en septiembre de 2025.

Cada vez cuesta más creer en un regreso rápido

A comienzos de 2025, el FC Barcelona solicitó una ampliación del uso de Montjuïc hasta finales de abril, con la esperanza de poder terminar las obras del Camp Nou en mayo. La fecha clave era el 11 de mayo: día previsto para el Clásico. Paralelamente, se desarrollaban conversaciones con el Ayuntamiento, que planeaba comenzar los preparativos para los conciertos de verano ya en mayo.

A pesar de los esfuerzos, la situación se complicaba. Aunque se había previsto un aforo de 63.000 espectadores para primavera, no se habían obtenido todas las autorizaciones. El césped comenzó a instalarse recién a mediados de marzo y, para completarlo, se necesitaban aprobaciones de los bomberos y de LaLiga.

En este contexto, aumentaba la preocupación por la temporada siguiente. El club planeaba iniciar la 2025/26 fuera de casa, pero la instalación del techo, que obligaba a cerrar el estadio durante tres meses, se pospuso hasta el verano de 2026. Así, se canceló el plan de reapertura parcial en primavera.

Cada vez más fuentes hablaban de un regreso en otoño de 2025, e incluso extraoficialmente se mencionaba noviembre. El club lo negaba, pero al mismo tiempo admitía que la tercera grada no estaría lista antes de la temporada 2026/27. Mientras tanto, la venta de abonos para los partidos de primavera de 2025 resultó prematura.

Spotify Camp Nou (28.05.2025)© FC Barcelona | Spotify Camp Nou (28.05.2025)

Nueva fecha: septiembre, pero antes una prueba

En abril de 2025, Laporta visitó las obras junto a representantes de Limak, destacando el avance de los trabajos y el objetivo de regresar al Camp Nou en septiembre. Para ello, se tomó la decisión de posponer el montaje del techo hasta 2026. Aunque ya se había sembrado el césped y se habían publicado fotos, no estaba previsto su uso inmediato, ya que el terreno necesitaría varios meses de maduración.

La nueva fecha clave era el 16 de septiembre – inicio de la fase de grupos de la Champions League. La UEFA exige que todos los partidos de esta fase se disputen en el mismo estadio, por lo que el club planeaba terminar todas las obras necesarias antes de ese día. Para lograrlo, las obras continuaban las 24 horas del día.

Para la temporada 2025/26, se preveía una capacidad reducida: entre 60.000 y 65.000 espectadores. El club anunció la continuidad del sistema rotativo de abonos, inspirado en el modelo aplicado en Montjuïc, y la celebración de un amistoso de prueba con voluntarios durante el verano.

A pesar del optimismo del club, el alcalde de Barcelona evitó confirmar una fecha concreta, alegando que aún quedaban detalles por definir. Laporta, sin embargo, aseguró que el Trofeo Joan Gamper se disputaría ya en el Camp Nou – el 9 o 10 de agosto – y sería el último ensayo antes del regreso oficial en septiembre.

Regreso anunciado. Pero ¿realmente está todo listo?

A principios de junio de 2025, el FC Barcelona obtuvo la aprobación de LaLiga para comenzar la temporada con cuatro partidos como visitante, ganando así tiempo para terminar las obras. El regreso oficial al Camp Nou se programó para la quinta jornada, a mediados de septiembre. Antes, el 9 o 10 de agosto, se jugaría el Trofeo Joan Gamper con 25.000 espectadores – como prueba de la infraestructura del estadio.

Las imágenes del césped publicadas en primavera resultaron ser parte de una estrategia de relaciones públicas: el campo había sido sembrado únicamente para mostrar avances. En realidad, era una superficie provisional que debía retirarse antes de iniciar la siguiente fase de la obra.

En junio, el FC Barcelona inició los trámites administrativos esenciales. Para disputar el Gamper, el club debía obtener cuatro autorizaciones independientes: del Ayuntamiento, del distrito de Les Corts, de los servicios de emergencia y de los Mossos d’Esquadra. Todo debía estar aprobado antes de finales de julio. Además, la UEFA ya había realizado una primera inspección del estadio y, en un plazo de dos semanas, debía enviar un informe cuyo contenido podría condicionar la celebración de partidos de Champions en septiembre en Barcelona.

Finalmente, el 26 de junio, el FC Barcelona anunció oficialmente la fecha del regreso. El 10 de agosto, el equipo disputaría el Trofeo Joan Gamper en el Camp Nou. Era la primera fecha firme después de una larga serie de promesas vacías: noviembre de 2023, finales de año, primavera, final de temporada... El tiempo se agotaba y aún quedaba mucho por hacer: faltaban asientos, los interiores seguían en obra y el césped debía ser sustituido.

Spotify Camp Nou (03.06.2025)© Barcelona | Spotify Camp Nou (03.06.2025)

¿10 de agosto? Otra fecha, otro giro

El anuncio del regreso al Camp Nou el 10 de agosto debía ser el final de una larga saga. El club lanzó un vídeo emotivo, presentó el cartel del Trofeo Gamper y comenzó una campaña mediática. Pero pronto se supo que faltaba un permiso clave: la llamada licencia de uso. El Ayuntamiento subrayó que las obras no estaban lo suficientemente avanzadas y que no concedería la autorización. Pese a las garantías del club de que todo estaba bajo control, la realidad era distinta.

El Barcelona se vio obligado a trasladar el partido al Estadi Johan Cruyff, y el regreso a Les Corts volvió a posponerse. La nueva fecha, esta vez más prudente, pasó a ser el fin de semana del 13–14 de septiembre, en el partido contra el Valencia. Esta vez, el objetivo ya no era una inauguración espectacular, sino un regreso seguro y gradual – con un aforo de unos 60.000 espectadores y con las obras aún en marcha en las demás gradas.

Aunque el club y el Ayuntamiento declaraban colaborar estrechamente, se percibían tensiones. Laporta prometía un regreso rápido y subrayaba que las siguientes fases de la obra estarían perfectamente sincronizadas. También reveló su deseo de conmemorar la reapertura de forma especial: con un homenaje a Leo Messi. Pero incluso ese gesto deberá esperar, porque mientras el estadio no esté, al menos en parte, terminado, cada nuevo anuncio no será más que un deseo.

«No sé cuándo, pero lo antes posible»

En una entrevista con Mundo Deportivo a finales de julio de 2025, Joan Laporta intentó explicar por qué se anunció el 10 de agosto como fecha de regreso al Camp Nou, a pesar de que en ese momento aún no se había concedido el permiso clave. El presidente del FC Barcelona admitió que estaba convencido de que todos los trámites se completarían a tiempo, y que la decisión de anunciar esa fecha fue producto de la presión y de la necesidad de darle tensión al proyecto.

Laporta defendió la colaboración con el Ayuntamiento y aseguró que las acciones del club y de la ciudad estaban coordinadas. Explicó que el calendario de obras se había dividido en tres subfases, con el objetivo de garantizar avances constantes sin nuevos retrasos. Subrayó que la empresa Limak trabajaba con eficacia y que el club tenía plena confianza en las autoridades municipales.

En lo económico, no dejó lugar a dudas: el regreso al Camp Nou es condición indispensable para cumplir el acuerdo con Goldman Sachs y otros compromisos financieros, incluido el uso de los palcos VIP a partir de enero de 2026. La alternativa de quedarse en Montjuïc no se contempla debido a su escasa capacidad y bajos ingresos. No contemplamos la posibilidad de no regresar, declaró Laporta.

El presidente del FC Barcelona volvió a mencionar sus planes para homenajear a Leo Messi, destacando que el momento ideal sería la inauguración oficial del nuevo Camp Nou. Un partido con la presencia del astro argentino sería, según dijo, el símbolo de una nueva era para el club. ¿Cuándo terminará esta saga? Es imposible saberlo. Probablemente ni el propio Joan Laporta tenga la respuesta, y cuesta ya creer en sus nuevas promesas, después de tantas fechas fallidas.

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