Inglaterra: El West Ham gana en tribunales el caso del London Stadium

fuente: EstadiosDB.com; autor: Jakub Ducki

Inglaterra: El West Ham gana en tribunales el caso del London Stadium La disputa legal entre el West Ham United y E20 Stadium LLP por una tarifa relacionada con la inversión del multimillonario checo Daniel Kretinsky en el club ha terminado con la victoria del equipo londinense.

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Origen del conflicto

El West Ham United juega en el London Stadium desde hace años bajo el contrato de arrendamiento firmado en 2013 entre WH Holding Ltd y E20 Stadium LLP, una entidad gestionada por la London Legacy Development Corporation (LLDC). En este acuerdo, el club se comprometió a pagar un porcentaje de ingresos por cualquier venta de acciones del club por parte de sus propietarios durante los 10 años posteriores a la firma del contrato.

El principal punto de conflicto fue la interpretación de esta cláusula en el contexto de la compra de un 27% de participación en el West Ham United por parte del empresario checo Daniel Kretinsky en 2021. El acuerdo tuvo un valor de 151M£, pero las partes no lograron ponerse de acuerdo sobre la cantidad que debía recibir E20.

London Stadium (Olympic Stadium)© Adam Somlo

Disputa por la tarifa y decisión del Tribunal Superior

La fórmula para calcular la tarifa a pagar resultó ser compleja, con cada parte defendiendo una posición diferente. E20 Stadium LLP argumentó que el club debía pagar más de 6M£, mientras que el West Ham sostenía que de acuerdo con el contrato la cifra se quedaba en 2 millones y medio.

Para resolver el conflicto, un experto independiente realizó un análisis, fallando en marzo de 2023 a favor de E20. Como resultado, los 6 millones fueron incluidos en las cuentas anuales de E20 como un elemento excepcional.

Pero el West Ham no estuvo de acuerdo con esta decisión y llevó el caso a los tribunales en diciembre de 2024. En su fallo, el juez adjunto del Tribunal Superior, Paul Mitchell KC, concluyó que el experto había cometido dos errores manifiestos, invalidando efectivamente su decisión sobre el cálculo del reparto de beneficios.

La base de las reclamaciones de E20 era su convicción de que las tres ventas de acciones y el acuerdo de opción de Kretinsky para adquirir las acciones de Sullivan constituían una única transacción global a la que deberían haberse aplicado los mecanismos de cálculo pertinentes. El club, por su parte, argumentó que la venta de acciones y el acuerdo de opción eran dos operaciones separadas con términos diferentes. Finalmente, el tribunal aceptó la interpretación de West Ham.

El fallo judicial es significativo en sí mismo, pero aún más interesantes son los detalles financieros revelados en la sentencia. Los documentos muestran que Kretinsky pagó 125M£ por las nuevas acciones emitidas por el club y otros 26 millones por acciones adquiridas a Sullivan y Gold. Además, el multimillonario checo otorgó a Sullivan una tarifa no reembolsable de 18 millones por una opción para tomar el control total del club hasta marzo de 2022, opción que finalmente no ejerció. El acuerdo de Kretinsky elevó el valor del West Ham a 475M£, casi cinco veces la cantidad que Gold y Sullivan pagaron por el club en 2010.

London Stadium (Olympic Stadium)© Queen Elizabeth Park

Problemas financieros de E20

El fallo del tribunal supone otro revés para E20, la LLDC y la Autoridad del Gran Londres, que han lidiado durante años con los problemas financieros del estadio. La falta de un plan efectivo para su uso después de los Juegos Olímpicos de 2012 ha generado enormes pérdidas que ascienden a decenas de millones de libras anuales.

El acuerdo con West Ham ha sido criticado por beneficiar casi exclusivamente al club, que paga un alquiler relativamente bajo (actualmente poco más de 4M£ al año) y retiene todos los ingresos por venta de entradas y catering, mientras que los propietarios del estadio asumen la mayor parte de los costes de mantenimiento.

En los últimos dos años, las pérdidas de E20 han ascendido a 30M£ y la incapacidad de encontrar un patrocinador para el estadio ha agravado aún más los problemas financieros. Un ejemplo de ello fue el fracaso de las negociaciones con la multinacional alemana Allianz, que finalmente optó por patrocinar el estadio nacional de rugby, Twickenham.

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