Los planes para el nuevo estadio en Núremberg se han estancado. Un informe de auditoría ha revelado que el presupuesto tiene un déficit de 100 millones de euros, lo que ha puesto en entredicho las suposiciones financieras originales.

Cifras alarmantes y necesidad de cambios

Inicialmente, el club estimaba que la remodelación del Max-Morlock-Stadion podría financiarse con subvenciones, préstamos y contribuciones del club y del ayuntamiento, con un aporte de 30 millones de euros cada uno. Sin embargo, un nuevo análisis realizado por EY ha demostrado que los ingresos anuales del estadio serán 10 millones de euros inferiores a lo previsto, lo que a lo largo de diez años genera un déficit financiero considerable. Esta revelación ha causado sorpresa tanto en el consistorio como en la directiva del club.

Normalmente se presentan los hechos y luego se hacen públicos, comentó con decepción el alcalde Christian Vogel, criticando la forma en que se comunicó la información. A pesar de las dificultades, el ayuntamiento y el club no tienen intención de abandonar el proyecto, pero será necesario reducir significativamente la escala de la remodelación.

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Un estadio sin lujos

Los planes originales incluían no solo la modernización del estadio, sino también la construcción de un hotel, un centro de conferencias y un aparcamiento subterráneo. Sin embargo, debido a la falta de fondos, se ha decidido simplificar radicalmente el proyecto. Como enfatizó Vogel, es necesario reducir las ambiciones, lo que implica renunciar a la infraestructura adicional y centrarse exclusivamente en el recinto deportivo.

El país de las fantasías ha sido cancelado, ironizó el alcalde, subrayando que el nuevo objetivo es crear una estructura económicamente viable. El Ayuntamiento de Núremberg también ha impuesto un límite presupuestario estricto que no podrá superarse.

Todavía no está claro cuál será el diseño definitivo del estadio. Se espera que el proyecto tome como referencia otros estadios modernos de la Bundesliga, aunque adaptado a las limitaciones financieras actuales. Lo que sí es seguro es que la capacidad se verá afectada. Inicialmente, se esperaba que el recinto tuviera entre 40.000 y 50.000 asientos, pero la decisión final dependerá de los análisis y consultas en curso.

Los concejales de la CSU y el SPD, que forman mayoría en el Ayuntamiento de Núremberg, han anunciado que la decisión sobre el diseño final del estadio se tomará en los próximos seis meses.

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¿Quién pagará el estadio?

La financiación del proyecto sigue siendo una de las mayores incógnitas. Tanto el ayuntamiento como el club mantienen su intención de aportar 30 millones de euros cada uno, pero el resto de los fondos sigue sin estar asegurado. Se esperaba cubrir el déficit con subvenciones y la venta de entradas, pero los ingresos proyectados no serán suficientes.

Ante esta situación, el 1. FC Nürnberg está explorando otras opciones, incluida la introducción de un cargo adicional en el precio de las entradas, el llamado centavo del estadio, que proporcionaría ingresos adicionales para el proyecto. La medida aún está en fase de estudio, pero si se implementa, los aficionados del club tendrían que asumir un incremento en el coste de las entradas.

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¿Puede la ciudad permitirse un nuevo estadio?

El proyecto también enfrenta oposición. Algunos sectores cuestionan la viabilidad de la remodelación, señalando que la ciudad ya está comprometida con otras inversiones de gran envergadura, como la construcción de una nueva ópera, la modernización de escuelas y la mejora de infraestructuras de transporte.

Queremos que el club tenga éxito, pero la construcción del estadio no debería ir en detrimento de otros proyectos como escuelas, guarderías, transporte público o la protección del clima, afirmó Nasser Ahmed, portavoz de política deportiva del SPD.