Italia: La legendaria "nave espacial" de Bari está con el agua al cuello
fuente: EstadiosDB.com; autor: Miguel Ciołczyk Garcia
Quien ose atravesar los inundados accesos frente del Stadio San Nicola, al entrar en las gradas verá sillas sucias, basura y aseos sin limpiar. La casa del SSC Bari, antaño sede de la Copa del Mundo y de la final de la Copa de Europa, evoca hoy amargura entre los aficionados.
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Un esplendor perdido en los anales de la historia
Construido especialmente para el Mundial de 1990 con una capacidad de 58.000 aficionados, el Stadio San Nicola es a día de hoy el tercer recinto más grande de Italia. Fue allí donde Italia logró hacerse con la medalla de bronce, en un partido contra Inglaterra. El héroe de esa noche fue Salvatore Schillaci, que supo mantener la calma en un final tenso y marcó el penalti para darle la ventaja a su equipo en el minuto 84 (2-1).
Pero antes del partido por el tercer puesto, en Bari se jugaron otros cuatro encuentros durante el Mundial, en los que los jugadores de la URSS y Checoslovaquia, entre otros, saltaron al césped del Stadio San Nicola. Sin embargo, al igual que estos dos países, la época dorada de la nave espacial
, como se conoce al estadio entre los aficionados, pertenece ya a la historia.
Aunque un año después del Mundial el estadio fue escenario de la final de la Copa de Campeones de Europa, cayó en deterioro en las décadas siguientes. La falta de dinero para el mantenimiento y las renovaciones adecuadas, la quiebra del AS Bari y su deambular por la Serie B, C e incluso D, y finalmente la disolución del club para ser rebautizado como SSC Bari, determinaron el destino del recinto. El desprendimiento de trozos de la tela del tejado fue un rotundo indicio de los problemas, pero el abandono general también es preocupante: en 2016, durante la limpieza de las instalaciones, el personal encontró basura... del Mundial de 1990.
© Robert Saganowski | El recinto de Bari debe el apodo de
nave espacial
, a la estructura ovalada de hormigón y al techo curvo. El peculiar estadio se inauguró justo antes del comienzo del Mundial de 1990.
Charcos, suciedad y... guano
En los últimos años, el Ayuntamiento de Bari financió la sustitución de sillas, césped, marcadores e iluminación. Gracias a esto, la selección italiana volvió al recinto tras siete años de ausencia, con nada menos que 56.186 aficionados que asistieron al partido contra Malta (4:0). Sin embargo, las obras no bastaron para solucionar las graves deficiencias del estadio, que aspira a albergar la Eurocopa 2032 coorganizada por Italia y Turquía.
Y es que, durante el partido SSC Bari - Brescia (2:2), los aficionados que accedían al recinto se encontraron con... un lago. Las lluvias torrenciales provocaron charcos de varios centímetros de profundidad, de modo que los aficionados que decidieron cruzarlo para entrar en las gradas vieron el partido con las botas mojadas. El césped tampoco resistió las precipitaciones, y los jugadores se pasaron 90 minutos corriendo sobre barro.
Pero las repetidas inundaciones provocadas por las lluvias no son el único motivo de descontento de los aficionados. Muchos de ellos se quejan del cada vez peor estado de los aseos, pero también de los excrementos de pájaros en los asientos. Todo ello lleva a la conclusión de que la nave espacial
se enfrenta a una importante modernización o a quedar fuera de la lista de estadios de la Eurocopa 2032.
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