Sea uno del Valencia o no, duele ver a un histórico sin rumbo y con un pie en Segunda tras apenas 10 jornadas. La derrota ante Las Palmas hizo explotar al valencianismo, que ya no está decepcionado, está harto. Hasta tal punto, que tuvo que intervenir la policía para que los altos cargos del club y jugadores pudiesen salir de Mestalla.

El Valencia, colista en Mestalla

Empezaba bien el cuento. El Valencia se puso por delante en el marcador tras un penalti convertido en gol por Pepelu en el 14’, y luego Cillessen se tuvo que emplear a fondo para que la ventaja del Valencia siguiese siendo mínima. El esfuerzo del guardameta tuvo premio, ya que justo antes de marcharse al descanso, Las Palmas Álex Muñoz marcó el 1:1. Los ches se marcharon al vestuario entre pitidos.

Los canarios apretaron en la segunda mitad, anotando el 1:2 en el 52’ de mano de Fabio Silva. El partido se volvió muy tenso, y en una bronca Pepelu vio tarjeta roja por golpear a Kirian Rodríguez. En inferioridad numérica, los Murciélagos se vieron superados por el conjunto insular, que marcó el 1:3 en 83’. Volvió a marcar el Valencia en el 93’, pero los cinco minutos que quedaban no fueron suficientes para anotar el gol del empate. Los 42 453 aficionados reunidos en las gradas de Mestalla vieron como Las Palmas, que no ganó un partido de liga en 253 días, se quedaba con los tres puntos, y el Valencia quedaba colista.

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Cientos de hinchas protestan delante de Mestalla

Ya antes del partido muchos aficionados protestaron delante de Mestalla contra la detención de una pareja de aficionados durante su estancia en Singapur por exhibir una pancarta en la que se podía leer Lim go home. La situación se repitió al acabar el encuentro, cuando cientos de hinchas se quedaron en las afueras del estadio para protestar contra la gestión del club y su declive deportivo entre gritos de No vais a salir. La mayoría de los aficionados se concentró en la salida para los VIP, y algunos también en la salida del garaje donde dejan sus coches los jugadores.

Tuvo que intervenir la policía para garantizar la salida segura de la directiva y el equipo. Los efectivos de seguridad cargaron contra los aficionados y un contenedor de basura fue quemado. Los directivos tuvieron que abandonar el estadio por otra salida, y los jugadores lo hicieron una hora y media después del pitido final.

La Policía Nacional detuvo a un hombre de 46 años por alteración del orden público y desobediencia, y otros siete aficionados fueron identificados. Mestalla se enfrenta ahora a una más que probable multa económica e incluso a un cierre parcial del estadio, ya que en el acta del partido Gil Manzano indicó que en el minuto 72. se produjeron lanzamientos de objetos desde las gradas, cosa que puede ser considerada como alteración grave.

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