Tras haber conseguido la primera victoria esta temporada, el Cádiz vuelve a respirar, pero solo en lo puramente futbolístico, ya que el club tiene al menos dos frentes por cerrar, ambos refiriéndose al estadio. El primero es la disputa por el nombre Estadio Carranza (o Nuevo Mirandilla), y el segundo, el empeoramiento del estado del mismo.

Carranza, la brecha entre cadistas

La inesperada victoria a domicilio por 1:3, lograda frente al CD Castellón en el Nou Estadi Castalia sirve para calmar a los aficionados del cuadro gaditano tras un pobre arranque de temporada. Sin embargo, estos siguen divididos por el tema del nombre de su casa, que pasó a llamarse Estadio Carranza a finales de julio, abandonando tras 3 años el nombre Nuevo Mirandilla.

Esta medida, presentada por el club y el alcalde de Cádiz como un homenaje al cadismo genera un debate político tenso, y de carácter nacional, ya que sobre el tema se pronunció incluso el Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática mediante un escrito crítico con el cambio.

Según parte de los aficionados, como por ejemplo la plataforma Carranza Incumple, el nombre evoca la figura de Ramón de Carranza, alcalde de Cádiz, que apoyó el golpe de estado de 1936, por lo, como explican, el uso del nombre contraviene la Ley de Memoria Histórica.© mosi - always on tour

Esa fue la argumentación que llevó al anterior gobierno de izquierdas a retirar su nombre en 2021, tras un referéndum en el que apenas se pronunciaron 1.270 personas. Hoy en oposición, siguen defendiendo su medida.

Otros, como la plataforma Estadio Carranza, el mismo Cádiz CF o el actual gobierno de derechas defienden el cambio, explicando que Carranza es una seña de identidad de la entidad gaditana. Quieren que el nombre sea el mismo que el del anual torneo disputado por el club, Trofeo Carranza, y creen que el cambio no supone ninguna infracción, ya que no se usa el nombre del polémico alcalde.

El actual alcalde, Bruno Garcia, ha defendido el cambio, que considera un homenaje a la memoria colectiva del cadismo. Lo hacemos de buena fe, dijo reiteradas veces durante una rueda de prensa la semana pasada. Sin embargo, tal y como indica La Voz Digital, el alcalde deja abierta la posibilidad de abandonar el proceso, si no cumple con la normativa.

© Fabián Bravo Guerrero (Kato)

Club vs. aficionados en el segundo frente

El segundo frente por cerrar es el del mal trato al aficionado en el estadio. Los medios locales, como Diario de Cádiz y La Voz Digital van recogiendo desde la vuelta de partidos de La Liga, esta vez Hypermotion, quejas de los aficionados, como las cacas de paloma sin limpiar en los asientos, restos de comida sin limpiar o la subida de precios en las cantinas que no van precisamente de la mano de una mejoría de calidad de la comida.

A través de la plataforma Alma Cadista, los aficionados volvieron protestar por la dejadez en líneas generales que no es acorde a un club en categoría profesional. Canaletas rotas que salpican a los aficionados, filtraciones en los servicios, la mala accesibilidad y los altos precios son los problemas más serios.

Hay que recordar también, que pese a haber descendido a segunda categoría, lo que no bajó, al contrario del estado de las instalaciones, son los precios de abonos y entradas. Un frente por cerrar para la cúpula del club y otro motivo más para la frustración del cadismo, que ya sufrió suficientemente la pasada temporada.

© Fabián Bravo Guerrero (Kato)