New Clark City Stadium – descripción del estadio

Cuando se decidió que la ciudad de New Clark City tendría un importante complejo deportivo, la ciudad en sí aún no existía. Aún es una metrópolis planificada para más de 1 millón de personas, con terrenos designados a casi 90 km al norte de Manila. En 2019, el centro deportivo y de ocio se convirtió en una de las primeras partes de la ciudad en completarse, junto con amplias avenidas que conducen a él.

Curiosamente, antes de este proyecto, Filipinas no tenía un estadio importante que cumpliera con los requisitos internacionales tanto de la FIFA como de la IAAF. Si bien hay un complejo realmente impresionante al norte de Manila con el Estadio Deportivo de Filipinas como parte de él, es un centro comercial y religioso de la Iglesia ni Cristo y no es público. Es por eso que las autoridades públicas decidieron crear un área central para que los atletas filipinos pudieran entrenar precisamente en New Clark City. Esta decisión estuvo relacionada con la candidatura para los Juegos del Sudeste Asiático de 2019, que se celebrarían en este nuevo desarrollo... incluso si no hubiera otro medio de transporte más allá de los autobuses.

En total, se destinaron entre 50 y 60 hectáreas para el desarrollo, que incluye un parque junto al río. Además del estadio principal que cumple con los más altos requisitos, encontrarás un estadio secundario de entrenamiento, un amplio campo para deportes de lanzamiento, una piscina cubierta para 2000 personas y una villa de atletas capaz de albergar a más de 1000 deportistas, que se convertirá en una zona residencial a largo plazo.

El diseño del estadio fue encargado a Budji+Royal de Manila, una empresa para la cual este fue su primer proyecto de este tipo. Al darse cuenta de que New Clark City no se convertiría en el próximo desarrollo más ecológico, decidieron optar por una sensibilidad filipina en lugar de buscar lo que estaba económicamente fuera de su alcance. El enfoque utilizado se describe como "lujo práctico", lo que significa lograr el mejor resultado estético con medios sencillos. El estadio ovalado puede tener una estructura simple, pero no es como cualquier otro estadio que hayas visto. El anillo inferior de asientos (11 filas) se creó completamente con hormigón armado, mientras que la grada superior (10 filas) descansa casi por completo en estructuras de acero prefabricadas integradas con el techo. El pabellón principal occidental destaca por su acristalamiento tanto en el interior como en el exterior (incluso el área VIP puede cerrarse con cristal para ofrecer aire acondicionado).

Los arquitectos decidieron honrar al Monte Pinatubo, el gigantesco volcán situado a solo 30 km al sur, con su diseño. Y lo hicieron de forma literal, utilizando lahar (sedimentos de ceniza volcánica arrastrados desde Pinatubo) como parte de la mezcla de hormigón. El estadio está hecho en parte con material volcánico. Si bien el hormigón rara vez se considera un material natural, aquí su color se asocia precisamente con eventos naturales. Por lo tanto, las paredes de hormigón se dejaron en gran medida sin pintar, lo que hace que el uso del lahar resalte, pero también tiene la simple ventaja de simplificar el mantenimiento.

El hormigón gris se corresponde bien con las estructuras de acero negro del techo. El dosel, también como una forma de parecerse a un cráter (caldero), es continuo y cubre todo el auditorio. La paleta de colores neutros se anima con el color naranja brillante de las columnas de acero exteriores, que evocan la lava. También los asientos forman un mosaico naranja-negro, representando lava caliente y fría.

Incluso el revestimiento exterior del techo es casi negro (21 000 m2), complementando la paleta de colores. El dosel se colocó intencionalmente más alto de lo necesario para garantizar una correcta ventilación de las gradas y facilitar el montaje de las luces de inundación en su borde en lugar de utilizar mástiles. El techo no solo cubre a los aficionados en el interior, sino también a los que están directamente alrededor del estadio, garantizando sombra y protección contra la lluvia en el área pública. Y debido a la proximidad de los volcanes, lo que implica también el riesgo de movimientos sísmicos, está diseñado para resistir terremotos de grado 8,9.

La escala del proyecto es impresionante, especialmente si se tiene en cuenta el tiempo necesario para entregar instalaciones completamente funcionales. Mientras que normalmente este tipo de inversiones lleva de 2 a 3 años, aquí solo se necesitaron 17 meses para entregar el estadio, y los atletas pudieron utilizarlo casi 2 meses antes. El presupuesto oficial para el estadio principal, el estadio secundario y el campo de lanzamiento es de 4 mil millones de pesos, que en el momento de la inauguración representaban 78,6 millones de dólares.