Estadio Capwell – descripción del estadio

El municipio de Guayaquil recibió permiso para donar un terreno a Emelec en 1942. El club, que en ese entonces tenía solo 13 años de existencia, fue iniciado por el estadounidense George Lewis Capwell, quien también fue responsable de establecer el estadio. Aunque vale la pena mencionar que el fútbol no era su prioridad. La disciplina principal que se jugaría en el terreno con forma de cuadrado era el béisbol.

La piedra fundamental se colocó en julio de 1943 y comenzó la construcción. El costo total se estimó en 2 millones de sucres, una cantidad significativa en ese momento. El primer partido de béisbol se llevó a cabo en octubre de 1945 y en diciembre el equipo de fútbol disputó su primer partido, convirtiéndose pronto en la sección más importante de Emelec. El primer campeonato local llegó en 1946 y al año siguiente, Ecuador fue sede de la Copa América, en parte en este estadio.

Con el paso de los años, el estadio comenzó a deteriorarse en la década de 1970, lo que resultó en dos intentos de venderlo. Ambos, el primero en 1978 y el segundo en 1982, fueron bloqueados por los seguidores, el municipio y los periodistas. El Estadio Capwell permaneció en su modesta ubicación, en lo profundo de las áreas residenciales de Guayaquil. Entre 1989 y 1991 se llevó a cabo una renovación exhaustiva, siendo el resultado principal la nueva tribuna sur que alberga 150 palcos, un número aún raro en ese momento.

Otra nueva tribuna llegó en 1999. Se construyó una tribuna de dos niveles con 32 palcos que dividen al público en el este. Se suponía que sería otro paso para llegar a una capacidad de 45 000 personas, pero resultó ser el último durante años. Finalmente, el avance llegó en 2005-2006 con la nueva tribuna oeste que puede albergar hasta 8000 fanáticos de pie, utilizada principalmente por una fracción fanática llamada Boca del Pozo (que significa "Capwell").

Las mejoras más extensas y costosas hasta la fecha tuvieron lugar en 2015-2017 e incluyeron todas las tribunas. En comparación con la magnitud de las obras, el costo parece muy modesto, a pesar de que aumentó de $22 millones iniciales a casi $30 millones al final.

El proyecto fue financiado en parte a través de un préstamo del Banco del Pacífico (patrocinador de los derechos de nombre) y en parte mediante la venta anticipada de nuevos palcos. Esto llevó al Estadio Capwell a contar con una monumental nueva tribuna principal. La estructura ofrece aproximadamente 200 palcos privados (entre 8 y 16 asientos cada uno) distribuidos en 5 niveles. También hay dos niveles de asientos regulares y, en la parte superior de todo eso, flotando casi verticalmente a 35 metros sobre el campo, el octavo piso cuenta con asientos para la prensa y cabinas para comentaristas.

Sin embargo, este no es el punto más alto del estadio. Se construyeron cuatro torres de acero en cada esquina para garantizar una circulación vertical segura del público, y las dos esquinas norte dominan el horizonte con 41 metros de altura. Además de albergar 7 ascensores, también albergan 30 palcos adicionales. En total, el estadio cuenta con más de 450 palcos que albergan a más de 8000 personas.

En conjunto, entre 2015 y 2017, la capacidad del estadio pasó de menos de 24 000 a poco más de 40 000. Las obras no se limitaron a la nueva tribuna principal o a las torres, abarcaron 20 000 m2 de espacio interior, incluyeron la sustitución de los techos de todas las secciones del estadio y, finalmente, también un nuevo revestimiento exterior. El revestimiento exterior fue lo último en instalarse, ya que las obras se realizaron por fases para permitir el uso constante del estadio.

También se creó un nuevo sistema de iluminación para el estadio, así como una iluminación exterior encargada a Philips. En general, gran parte del proyecto fue importado, como el nuevo césped (EE. UU.), los asientos (España) y el revestimiento compuesto (Alemania) para crear un estadio más uniforme y moderno. Aunque aún está extremadamente limitado en espacio, ahora cuenta con estacionamiento subterráneo.