Stadion Dinama – descripción del estadio

La demolición del antiguo Estadio Dinamo fue aprobada en 2012 y el plan era el siguiente: se incorporaría un estadio específico para el fútbol con una capacidad posiblemente de 40 000 personas en el antiguo recinto, preservando las arquerías monumentales que envolvían el estadio desde la década de 1950. La oferta de un socio húngaro fue descartada y se anunció un concurso internacional para el nuevo estadio, con una capacidad reducida a 35 000 personas.

El concurso fue ganado por los arquitectos alemanes GMP Architekten, pero nuevamente se abandonó el proyecto debido al temor a un costo excesivo (hasta €190 millones). Esto resultó ser un problema ya que la demolición del antiguo estadio ya estaba en marcha. Como alternativa, se aprobó la reconstrucción en un nuevo estadio de uso múltiple con una capacidad de más de 20 000 personas.

Confirmado por decreto en 2014, diseñadores y contratistas bielorrusos comenzaron a trabajar en el lugar con la orden explícita de preservar sus elementos cruciales e históricos: las arquerías exteriores, las puertas decorativas del norte y del sur, y la antorcha olímpica de 1980, que posteriormente fue colocada en un lugar destacado en el extremo sur del auditorio.

La nueva grada fue diseñada como una estructura ovalada de dos niveles casi uniforme, con la tribuna principal coronada por dos pisos de habitaciones acristaladas. Inicialmente, estas instalaciones no estaban previstas, pero se argumentó que algunas de ellas ayudarían a obtener las categorías más altas de las federaciones deportivas internacionales.

El aumento en el tamaño del edificio principal obligó a un cambio en el diseño del techo, que ya se había ampliado desde la fase de diseño inicial. Cubierto con aluminio blanco, el techo inicialmente estaba diseñado para destacar ligeramente por encima de las arquerías históricas. En realidad, se extiende y se vuelve más visible (aunque el 20% de las personas dentro del estadio no están cubiertas), lo que provoca un contraste entre lo antiguo y lo nuevo.

En el lado oeste, el techo crece aún más, sobresaliendo de la silueta histórica como una masa futurista. El vidrio negro decora el edificio administrativo principal. Es aquí donde la mayoría de las personas entran a diario, ya que las oficinas y las instalaciones de entrenamiento se encuentran principalmente en el lado oeste, al igual que más de 100 plazas de aparcamiento dentro del estadio. Culminando la mezcla entre el futuro y la historia se encuentran cuatro únicos postes de luz.

La construcción del estadio tomó bastante tiempo debido a numerosas modificaciones en el diseño inicial, lo que provocó críticas públicas. Sin embargo, el resultado final es, como se prometió, un estadio certificado para cumplir con los más altos criterios tanto de la UEFA como de la IAAF, aunque se construyó con un presupuesto cercano al temido en 2013. Como prueba de su alta calidad, el edificio fue sede de su primer evento continental dentro de un año después de su apertura, albergando los Juegos Europeos Minsk 2019.