Aunque faltan varios años para el Mundial de 2030, las maniobras estratégicas ya han comenzado. Y una de las historias más interesantes gira en torno a la sede de la final: el Estádio da Luz de Lisboa podría sumarse a la carrera.

Un estadio a la altura de los grandes eventos

Martim Mayer, candidato a la presidencia del Benfica, fue claro: lograr que la final del Mundial se dispute en Lisboa sería un hito histórico, no solo para el club, sino para todo el fútbol portugués. En unas declaraciones recogidas por AS, Mayer adelantó que, tras la remodelación del estadio, el Benfica estará listo para presentar su candidatura.

El proyecto de renovación contempla ampliar la capacidad hasta los 70.000 asientos, con los que superaría el aforo del Santiago Bernabéu. El club trabaja junto a la firma CBRE, que ya participó en las modernizaciones del templo merengue o del Camp Nou. Mayer asegura que el nuevo Da Luz no será solo un estadio más moderno, sino una auténtica referencia internacional, preparada para acoger los mayores eventos del fútbol mundial.

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¿Un punto intermedio entre España y Marruecos?

Algunos medios portugueses apuntan que esta opción también podría resultar conveniente para la FIFA. Con España y Marruecos metidas fuertemente en la lucha por la final, otorgar la final a Portugal, territorio neutral, permitiría evitar tensiones políticas y problemas de logística.

No tiene solo que ver con la modernidad, tiene que ver con el ambiente. Queremos mejorar aún más el ambiente que se vive durante los partidos. No puede ser artificial, tiene que ser genuino, destacó Mayer. Puede parecer una meta ambiciosa, ya que Portugal nunca ha albergado una final del Mundial, pero su infraestructura deportiva está entre las mejores de Europa. Con España y Marruecos centrados en sus propios proyectos, Lisboa podría convertirse en la opción más equilibrada y simbólica.

En los despachos de la UEFA y la FIFA el tema ya genera interés. Portugal cuenta con una sólida cultura futbolística, una gran capacidad organizativa y, sobre todo, un apoyo popular creciente. Como dijo el propio Mayer: Tenemos tiempo para luchar por la final del Mundial, sí. Queremos albergarla. Tenemos que ser rápidos, tenemos que actuar de forma eficiente porque ese objetivo está en nuestra cabeza. Nos gustaría conseguir ser la sede oficial de la final del Mundial 2030.

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