El viernes 10 de octubre se disputó un inusual partido amistoso en el Benghazi International Stadium de Libia. El Inter de Milán se enfrentó al Atlético de Madrid en un encuentro organizado bajo el patrocinio del Fondo de Desarrollo y Reconstrucción de Libia.

Un partido que fue más allá del deporte

Las pausas internacionales suelen traer un periodo de calma en el fútbol europeo. Sin embargo, esta vez el Inter de Milán y el Atlético de Madrid aprovecharon la fecha libre para realizar una prueba de preparación antes de sus próximos desafíos en la Liga de Campeones. Ambos equipos volverán a enfrentarse el 26 de noviembre, en la quinta jornada de la fase de liga, en el Estadio Metropolitano de Madrid.

El partido amistoso se disputó en Bengasi, la segunda ciudad más grande de Libia. El encuentro tuvo lugar en el renovado Benghazi International Stadium, que hace apenas unos años permanecía fuera de uso debido a su mal estado técnico y a la situación política del país. El evento fue parte de un proyecto destinado a reconstruir la infraestructura deportiva libia.

© Benghazi International Stadium | Benghazi International Stadium

¿Por qué el Inter y el Atlético jugaron en Libia?

La decisión de disputar el partido en Bengasi no fue casual. Los organizadores subrayaron el carácter simbólico del evento. El amistoso fue concebido como un gesto de apoyo al renacimiento del fútbol en Libia tras años de aislamiento y conflictos.

El Fondo de Desarrollo y Reconstrucción de Libia (FDRL), que patrocinó el evento, lo presentó como un paso hacia la normalización de la vida deportiva en el país. Aunque el encuentro tuvo carácter amistoso, hubo algo más en juego. El ganador recibió el trofeo llamado Copa de la Reconstrucción – Copa FDRL. Según destacaron los organizadores, el premio también tuvo una dimensión diplomática. El partido fue interpretado como un gesto de cooperación entre Italia, España y Libia, así como una muestra de apoyo a la reconstrucción del país tras años de conflictos.

El tiempo reglamentario finalizó con un empate 1–1. Todo se decidió en la tanda de penaltis, en la que el Atlético de Madrid fue más efectivo y se llevó la Copa de la Reconstrucción.

© Libyan National Army | Benghazi International Stadium