La visión del Manchester United de construir el “Wembley del Norte”, un estadio a la altura del siglo XXI, sigue sobre la mesa, pero los principales obstáculos todavía bloquean el progreso. Según BBC, aunque el club trabaja en las visiones y hace estudios preliminares, aún no se han tomado decisiones vinculantes.

Terreno y dinero, los mayores problemas

Lord Sebastian Coe, que lideró el grupo de trabajo de Sir Jim Ratcliffe y recomendó un nuevo estadio como la mejor solución para el club, ha sido ahora elegido para liderar el proyecto más amplio del Old Trafford Regeneration Project (Proyecto de Regeneración del Old Trafford) La iniciativa no solo contempla el nuevo estadio del Manchester United, sino también la construcción de viviendas, mejoras en el transporte y la creación de espacios comerciales modernos que busquen revitalizar toda la zona.

El problema más difícil que tendrá que resolver Coe sigue siendo la compra de los terrenos adyacentes al Old Trafford donde el club planea construir. Aunque existen diseños alternativos que no requieren terrenos adicionales, la directiva de los Red Devils busca llegar a un acuerdo con los propietarios actuales. La directora de operaciones, Collette Roche, confía en que alcanzarán un acuerdo. Hasta entonces, no se puede finalizar el proyecto arquitectónico del Nuevo Trafford ni presentar la solicitud de licencia de obra.

El otro gran desafío es el financiamiento. Las estimaciones iniciales sitúan el coste en torno a 2.000 millones de libras (unos 2.300 millones de euros), aunque este tipo de proyectos suelen superar el presupuesto inicial. Mientras Ratcliffe ya financió la modernización del centro de entrenamiento de Carrington con unos 50 millones, la familia Glazer, propietaria principal del club, no planea aportar dinero a la construcción del nuevo estadio. El club ya acumula aproximadamente 1.000 millones de libras de deuda por créditos anteriores, compromisos de fichajes y costes operativos. Pedir más préstamos sería arriesgado en un contexto de altas tasas de interés globales.

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Posibles fuentes de financiación

El escenario más probable contempla la creación de una sociedad separada que sea la propietaria formal del estadio, al menos hasta que se pague la deuda o se encuentre un mecanismo de refinanciación. Las fuentes de financiación podrían incluir venta de acciones, créditos bancarios, préstamos de propietarios, inversores externos, apoyo público o la comercialización de los derechos del nombre del estadio.

En teoría, este modelo separa al club del estadio. La idea es que, con una capacidad de 100.000 asientos y amplias zonas de negocio, el United obtenga ingresos aún mayores que hoy en día. Esto permitiría cubrir la inversión, aunque los intereses exactos del financiamiento aún están en negociación. Llenar el estadio y vender paquetes corporativos de alto nivel, cuyos precios estimados recientemente se sitúan en varios miles de libras, también depende de contar con un equipo competitivo, que requiere inversión significativa sin garantía de éxito.

Analistas del sector calculan que los derechos del nombre podrían generar entre 40 y 50 millones de libras al año. Entre los socios potenciales se menciona a Qualcomm, propietario de la marca Snapdragon y actual patrocinador de la camiseta de United. Don McGuire, jefe de marketing de la compañía, afirmó que Old Trafford siempre debería seguir siendo Old Trafford, pero que sería posible añadir el nombre del patrocinador de forma sutil, con fórmulas como powered by o at. Si el contrato durase al menos 10 años, su valor podría alcanzar entre 400 y 500 millones de libras, apoyando de forma significativa la financiación del estadio.

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