SER reveló que Limak ganó el contrato para reconstruir el Spotify Camp Nou a pesar de recibir la puntuación técnica más baja, con el calendario como factor decisivo. El FC Barcelona defiende la elección, pero el Espai Barça sufre retrasos y fases clave siguen sin completarse.

La peor puntuada gana el contrato: el calendario, factor decisivo

A finales de 2022, el equipo técnico del proyecto Espai Barça, compuesto por ingenieros, arquitectos, planificadores y expertos financieros, junto con la consultora externa GPO, otorgó a Limak una puntuación inferior a 50 sobre 100 puntos posibles, la más baja entre los candidatos.

El informe señalaba que la empresa no logró justificar de forma convincente su ambicioso calendario de ejecución, más rápido que el de sus competidores, y que sus respuestas fueron imprecisas, confusas e insuficientes. Además, para iniciar las obras, Limak necesitaba unos 200 millones de euros, mientras que las demás firmas requerían apenas unos 12 millones. Aun así, la constructora turca acabó imponiéndose a los consorcios liderados por FCC y Ferrovial.

El factor clave fue el calendario. Dos días después del informe técnico, la Oficina Técnica del Espai Barça, dirigida por Lluís Moyà y Joan Sentelles, elaboró un nuevo documento en el que Limak pasó a obtener 74 puntos, por delante de Ferrovial (58) y FCC (40). La principal diferencia, de 16 puntos, se debió a la categoría de garantías y justificación de plazos.

Según su propuesta, el Barça pasaría solo una temporada en el Estadi Olímpic Lluís Companys, regresaría al Camp Nou en noviembre de 2024 con una capacidad de 60.000 espectadores, y la remodelación completa, incluida la instalación del nuevo tech, terminaría en julio de 2026. Ferrovial presentó un plan similar, pero calculó el coste en 200 millones de euros más que Limak.

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No fue la oferta más barata

En el plano económico, Limak no ofreció el precio más bajo, pero su propuesta fue considerada la más eficiente en relación con plazos y riesgos. Su oferta, de 960 millones de euros, fue inferior a los 1.143 millones de FCC-Comsa y los 1.363 millones de Ferrovial. Tras la presentación del informe final, la Junta Directiva del FC Barcelona aprobó la adjudicación, aunque no por unanimidad: Jordi Llauradó, directivo responsable del Espai Barça, se abstuvo en la votación y dimitió dos días después. Desde entonces, otros cinco miembros clave del equipo han abandonado el proyecto.

El club defiende su elección

Joan Sentelles, coordinador principal del proyecto Espai Barça, respondió a las críticas en una entrevista con Què T’hi Jugues, subrayando que el proceso de selección del contratista fue ampliamente supervisado y analizado por muchas personas e instituciones. Según él, se tuvieron en cuenta distintos informes y perspectivas, y la valoración final correspondió al equipo técnico del proyecto. Sentelles destacó la precisión y profesionalidad de Limak, subrayando su capacidad organizativa y su flexibilidad ante los cambios en la obra. El club, añadió, podría reclamar compensaciones económicas si los retrasos se deben a responsabilidad de la empresa turca.

Estas palabras coinciden con las declaraciones del presidente Joan Laporta, quien en febrero de 2023 aseguró que el proceso fue técnicamente ejemplar y transparente. Laporta explicó que el procedimiento estuvo supervisado por los departamentos de compliance, los servicios jurídicos y los auditores del club. A su juicio, Limak fue la única compañía que aceptó limitar la estancia en Montjuïc a 16 meses, volver al Camp Nou antes de diciembre de 2024 y terminar el proyecto antes de julio de 2026. Laporta recordó que cada temporada fuera del estadio propio supone unas pérdidas de 93 millones de euros.

© FC Barcelona

Retrasos y dudas: la fase 1B, todavía en espera

Pero más de dos años después, ninguno de los plazos originales se ha cumplido. El Barça no regresará al Spotify Camp Nou al menos hasta noviembre, como confirman los partidos ante Girona y Olympiacos, que seguirán en el Estadi Olímpic. El club aún no dispone de la licencia de primera ocupación para la fase 1A, que incluye las gradas Tribuna y Gol Sud, unas 27.000 localidades en total. La dirección azulgrana prefiere esperar hasta tener aprobada la fase 1B, abriendo Lateral, algo que elevaría la capacidad a 45.000 asientos y haría económicamente viable el regreso.

Si todo avanza según lo previsto, la licencia podría aprobarse esta misma semana, y la fase 1B estaría lista a mediados de noviembre. El club insiste en que, una vez regresen al Camp Nou, el equipo no volverá a abandonar su estadio.