Las demoliciones en el Estadio Benito Villamarín han llegado a su fin. Los camiones van retirando los escombros de la grada de Preferencia, pero el Betis aún no ha adjudicado la construcción de la nueva estructura. La cúpula verdiblanca quiere hacer una “fase intermedia” para poder volver a su templo en la temporada 2027/28.

Una fase intermedia para ganar tiempo

Todavía no tenemos adjudicatario de la siguiente fase, reconocía Angel Haro, presidente del Real Betis, el pasado miércoles antes de coger un avión rumbo a Bélgica para ver cómo su equipo se enfrenta al Genk (0:0). Pero aun así, la cúpula verdiblanca tiene una solución para evitar retrasos: una fase intermedia.

Y es que la empresa Erri Berri ya ha concluido la demolición de la grada de Preferencia y ahora se dedica a retirar los escombros de la estructura, paso tras el cual el terreno estará listo para que comiencen los trabajos preliminares antes de levantar la nueva grada principal.

El tiempo es oro

Son precisamente esos trabajos los que quiere realizar la cúpula del club mientras sigue el proceso de búsqueda del contratista para el grueso de la obra. Estamos pensando en lo que significaría la cimentación, los muros pantalla, detallaba Haro, que explicó que también aprovecharán el tiempo para definir también algunos detalles técnicos relativos a la cubierta.

La prisa es de entender: el Betis quiere volver al Benito Villamarín en el otoño de 2027, y aunque en principio podría seguir jugando un tiempo más en La Cartuja, en caso de retrasos su estancia ahí podría complicarse. La Cartuja aún tiene pendiente la segunda fase de obras para el Mundial 2030, por lo que no está claro hasta cuándo podrían quedarse los verdiblancos en el estadio.

© Real Betis Balompié | La vieja grada de Preferencia dejó de existir en cuestión de semanas.

Una cuestión de seguridad

Otra de las cosas por detallar es, como detalla Andalucía Información, la cuestión de las vías de evacuación para la nueva grada de Preferencia. Dado que estará pegada al nuevo edificio del club, en caso de emergencia los aficionados no podrán salir directamente a la calle, sino que tendrían que recorrer entre 20 y 100 metros por un pasillo entre la grada y el edificio, y gran parte de ellos saldría hacia la plaza del nuevo edificio, situada a 5 metros de altura, y de donde solo se podría bajar por dos escalinatas.

Aunque el club asegura que el nuevo Estadio Benito Villamarín mejorará las condiciones urbanas de evacuación del estadio actual, la gran distancia que tendrían que recorrer los aficionados y la escasez de rutas alternativas pone en duda los planes de evacuación.

© Real Betis Balompié | El nuevo edificio del club y los accesos a la nueva grada de Preferencia desembocarán en la plaza pública, a 5 metros de altura.