El sábado fue un día agridulce para el celtismo. El conjunto de Giráldez, a pesar de disponer de buenas ocasiones para lograr al menos el empate, se vio superado por un Real Madrid liderado por el eterno Modric. Por otro lado, la afición celeste llenó el estadio, anotando una entrada histórica.

La Intertoto contra el palmarés del Madrid

15 Champions, 36 Ligas, 20 Copas del Rey, 13 Supercopas de Europa, 6 Supercopas de Europa, 5 Mundiales de Clubes…y eso no es todo. Ante este palmarés del conjunto merengue, el Celta decidió sacar pecho por el único trofeo que tiene en sus vitrinas: La Intertoto del 2000.

El club emitió un comunicado bajo el lema Madridistas, hay un título que nunca tendréis presumiendo del título que el Madrid nunca lucirá en su museo, ya que la última edición de la Copa Intertoto se jugó en 2008 y el torneo lo jugaban los mejores equipos que no entraron en la Copa de Europa ni en la Copa de la UEFA. La historia del Real Club Celta es más modesta, pero no exenta de grandeza aseguró el Celta invitando a todos los madridistas a hacerse una foto con el trofeo antes del partido.

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— RC Celta (@RCCelta) April 9, 2012

Una derrota dura ante la mejor entrada desde Europa

Varios aficionados merengues así como celestes aprovecharon la invitación del club, que quiso hacer el encuentro lo más atractivo posible, invitando a actuar una vez más a las Fillas de Cassandra, que ofrecieron un corto pero electrizante concierto con su interpretación de la Oliveira dos Cen Anos, el himno del centenario del conjunto celeste. Minutos después, rodó el balón en el césped del Abanca Balaídos.

Entraron bien en el partido los de Giráldez, pero a Swedberg le faltó puntería para batir a Courtois. Lo contrario le pasó a Mbappe, que aprovechó un mal pase de Beltrán para adelantar al Madrid con un espectacular disparo por la escuadra en el minuto 20’. Tras el descanso, el Celta puso de vuelta las tablas en el marcador gracias a un centro raso de Mingueza para Swedberg, y esta vez el joven sueco no perdonó.

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Ancelotti tuvo que reaccionar, y lo hizo metiendo a Modric. Una decisión perfecta, ya que en uno de sus primeros toques el veterano croata filtró un pase para Vinicius, que batió a Guaita en un mano a mano. El Celta echó a remar para conseguir el empate, pero a Bamba, Mingueza, Alfon y Douvikas les faltó puntería para romper la racha del Madrid, que ganó todos los partidos en Balaídos desde enero de 2018.

Lo que sí logró el Celta, o mejor dicho, el celtismo, es un nuevo récord de asistencia con el actual aforo (24.870), alcanzando los 24.445 aficionados, o un 98,3% de lleno. La entrada del sábado fue también la mejor desde el 4 de mayo de 2017, cuando 26.602 espectadores vieron desde las gradas la derrota celeste por 0:1 ante el Manchester United en semifinales de la Liga de Europa. El proyecto del Celta por fin ilusiona al celtismo.